Vendedores de ilusiones

Llegan las elecciones generales y aquí sale todo el mundo prometiendo, lo que en verdad saben que no van a poder cumplir, desde luego que no hay que ser muy listo para darse cuenta de que las promesas se las lleva el viento y para muestra ya tenemos estos casi ocho años de legislatura, pues el PSOE, intentando ganar como fuera, prometió lo que no estaba escrito en los libros.
Pero he aquí que por las circunstancias que todos ya conocemos, cambian las tornas y ganan ¿y después que?, pues eso que de lo prometido, nada de nada y así han estado dando bandazos de una lado a otro, quitando de aquí para poner allí, desatinos todos ellos finalmente aderezados con una crisis mundial que ya ha sido el remate.
Ahora bien, no crean ustedes que los que piensan que su victoria es mas que inminente, vamos cuestión solo de semanas, lo van hacer mejor. Los otros poco a poco se han ido dando cuenta de su ineptitud y en cierto modo han ido rectificando sobre la marcha, improvisando, cierto es, y así les ha ido, pero estos vienen muy convencidos que de un día para otro, esto lo van arreglar y sin haberse efectuado todavía la elecciones nacionales, solamente con lo que están haciendo en las comunidades autónomas que ya gobiernan, nos están dando avisos de la que nos espera.
Lo mas lamentable de todo, es que aquellos que optan por la abstención creen que con esa actitud muestran su rechazo y perjudican al actual sistema, sin saber que precisamente con esta, lo que hacen es beneficiar, mas si cabe, a aquellos a los que pretenden castigar, pues dado nuestro obsoleto sistema electoral y a la perniciosa ley de hont, la abstención siempre va a beneficiar a los grandes, pues ellos van a ser siempre los receptores de la mayoría de los votos emitidos, con lo que  cuanto mas bajo sea el porcentaje de participación, menor será la posibilidad de que se diversifique el arco parlamentario y mayor el numero de escaños de los grandes partidos.
Y es que esto presenta visos de seguir en lo mismo, pues ya son muy pocos aquellos que a estas alturas aun se pueden creer que de la noche a la mañana, los políticos actuales pueden cambiar algo, pues si en realidad son los mismos de siempre.
Si no díganme que han hecho en Valencia ¿es acaso la ciudad con menos desempleo de España? pues no y eso que tiene una de las plantas de montaje de vehículos Ford, con mas proyección de futuro en Europa y es feudo tradicional del PP y si nos vamos a Castilla La Mancha, donde hasta ahora gobernaba el PSOE, ni les cuento, allí no tienen ni para pagar a los farmacéuticos.
Sin embargo hay partidos que llevan en sus programas iniciativas innovadoras, pongamos por ejemplo el huerto solar inaugurado ayer en Sevilla por el Rey,  eso si que es crear empleo, pues no solo es la instalación y montaje, luego viene el mantenimiento y como este muchos mas trabajo.
Lo ideal seria que dado los buenos resultados, propuestas como estas proliferaran en nuestro país por doquier, sobre todo en aras de una regeneración profunda del tejido industrial y productivo patrio que estimulara decididamente la creación de empleo, pero desgraciadamente la experiencia nos dice que eso no será así, pues ante cualquier cambio suscitado en este sentido, no tardarán mucho en hacer acto de presencia los omnipresentes poderes fácticos de siempre que no dejan que nada se mueva, manipulando para ello todo el sistema financiero, que es al fin y al cabo quien al final decide, haciendo uso de un oculto privilegio, que les permite amordazarnos y dejarnos el espacio que ellos creen oportuno para poder exponer nuestras denuncias, ósea ninguno.
Y lo mas curioso de todo esto es que como cuentan para sus fines con grades monopolios mediáticos, prensa, radio y televisión, perfectamente aliados con estos y cómodamente asentados en el poder, a la mas minima veleidad ponen en marcha un formidable despliegue a favor de los grandes, abrumando a los partidos llamados pequeños, y reduciendo a la minima expresión el espacio que estos necesitan para poder exponer sus proyectos, como mucho, una notita a la hora de la presentación y los minutos que por ley le tienen que conceder en los medios públicos cuando llegan las elecciones, pero sino ni eso.
Afortunadamente el mundo local ofrece inmensas posibilidades a diferencia del ámbito nacional, siendo quizá la cercanía y el trato directo con el colectivo que forman las personas que participan de esos medios, el que rompa de alguna manera ese cerco mediático que por lo general tienden a tejer los grandes grupos políticos implantados en el país.