Venceréis pero no convenceréis

Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha, razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España”.

La frase iba dirigida a José Millán-Astray, general del bando sublevado y fundador de la Legión, que increpó el discurso de Unamuno a gritos de “¡Mueran los intelectuales!”.

No estamos en guerra y no hay sublevación que se espere, pero la democracia no consiste en ganar las elecciones y poner en manos de los ganadores los derechos conquistados, los logros, las libertades individuales y colectivas.

Es posible que asistamos a un cambio de gobierno con la coalición PP y Vox. Ese es el juego democrático, la alternancia. Será la ciudadanía, representada en el Congreso de los Diputados, la que otorgue la confianza al nuevo inquilino de la Moncloa.

Deberíamos tener en cuenta que Vox y el Partido Popular acudirán pegados como lapas después de las elecciones si consiguen la mayoría necesaria para formar Gobierno. También lo hará el Partido Socialista con las izquierdas. ¿Alguien lo duda? ¿Se abstendrá el Partido Socialista para que no gobierne Vox?  No se me pasa por la cabeza.

No será la cuestión quién venza en las elecciones, lo importante es pertrecharnos para no dar un paso atrás, para hacernos fuertes y no ceder ni un ápice en el camino recorrido. Tendremos que hacerlo por nosotros, por las generaciones que dieron sus vidas,  por los que sufrieron cárcel, por los que fueron apartados, por los que tuvieron que vivir escondidos, en el anonimato, en el silencio.

¡¡¡No nos moverán!!! No permitiremos que  las leyes eliminen la violencia de género: existe, porque es evidente, porque contemplamos regueros de sangre de mujeres asesinadas, de violencia vicaria, de violencia psicológica. No callaremos el nombre de ellas.

No volveremos a los armarios, los hemos destrozado a patadas, los hemos quemado. Nos casaremos, adoptaremos hijos, hablaremos de nuestros problemas en la escuela, en los medios de comunicación, en los foros mundiales y nos levantaremos contra cualquier síntoma de discriminación de cualquier tipo. Esa tolerancia será una semilla que iremos sembrando paso a paso.

El Estado tendrá que proteger a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo. Serán informadas, asesoradas y sabrán que la ley no se volverá contra ellas. Nadie podrá coaccionarlas con malas artes ni amenazas encubiertas.

"No volveremos a los armarios, los hemos destrozado a patadas, los hemos quemado"

No estaremos dispuestos a tratar a los inmigrantes como los culpables, como delincuentes. No compraremos el discurso populista que vienen a robarnos la cultura, las costumbres,  que acuden para una paga que nadie ha podido demostrar y para que les den una casa que nadie ha visto. Promulgaremos acciones conjuntas con la comunidad internacional porque es un problema de la humanidad.

Acudiremos a la ciencia para demostrar la evidencia del cambio climático, de la paulatina destrucción del planeta, de las aguas contaminadas por la especulación salvaje; aunque tengamos que atarnos a los árboles. Protegeremos la vida con políticas para la vida.

Nadie decidirá cuándo mi calidad de vida es compatible con mi dignidad, con el dolor, con el sufrimiento. Se respetará mi decisión de poder acceder al testamento vital, a qué no se pueda hacer un ensañamiento con mi cuerpo. La eutanasia se practicará en hospitales públicos garantizando la muerte más digna que podamos imaginar.

No apagarán la voz  para que la libertad de prensa sea una garantía  del cuarto poder. No la podrán censurar, secuestrar, sancionar ni apagar.

Nos posicionaremos en contra de las guerras, llenaremos las calles,  nos pondremos pegatinas hasta en la frente con el “no a la guerra”.

No derrocarán la memoria histórica a cambio de la desmemoria. Estaremos vigilantes, expectantes de cualquier estrategia que nos haga olvidar.

Los derechos laborales seguirán negociándo con los sindicatos cada vez más sólidos. No aceptaremos involuciones que mermen todo lo relativo a ellos.

Seguiremos reivindicando lo público, quien quiera otras opciones tendrá que costearlas: educación, sanidad, ayudas, apoyos. Nos uniremos para que estas garantías no sean puestas en entredicho.

Venceréis, tenéis todas las garantías democráticas; pero vuestra victoria no se fundará en nuestra derrota.