Vencer no siempre es sinónimo de convencer La Nakba

El desastre de 1948 trajo un cambio radical en toda la existencia palestina, iniciando una fase nueva, sobre postulados principios y objetivos en gran medida diferentes. La Nakba fue una experiencia tremenda y desgarradora tanto para los que se quedaron soportando todo tipo de maltrato y humillación por parte del sionismo, como los que se fueron ahuyentados y obligados a marcharse de su propio territorio, Palestina.
Los propios árabes le dieron la denominación de al Nakba, literalmente significa, desgracia, desdicha, calamidad, además se intensifica el significado con el artículo al. Es, pues, “La desgracia”, “La desdicha”, “La calamidad”.
Al Nakba para los propios refugiados palestinos significa nada más y nada menos, que la expulsión de tres cuartas partes de la población palestina de sus hogares. Se trata de intentar borrar su memoria e identidad.  En términos de expropiación, no tiene precedente en la historia de Palestina, ni durante la conquista otomana, ni durante la llegada de los cruzados en el siglo XI. Tampoco durante la expansión del islam del siglo VII, ni en la expansión del cristianismo del siglo I.
En el siglo XX ocurrió algo al que podríamos llamar, el colonialismo sionista europeo de Palestina, cuyo lema era convertir a la población Palestina en personas sin hogar. Es un proceso continuo que se mantiene en la actualidad y que dura ya 63 años. La justificación de dicha ocupación estaba cubierta de mitos, falsificaciones y desinformación, y por tanto considero conveniente aclarar distintos aspectos respecto a los refugiados palestinos con datos objetivos, de los cuales, muchos de ellos, son ofrecidos por Naciones Unidas.
Durante la conquista en 1948, se despoblaron 675 poblaciones y aldeas palestinas, cinco millones de palestinos fueron expulsados de su territorio, convirtiéndose así en refugiados que viven en campos que aún permanecen dentro de lo que se denomina actualmente Estado de Israel, es decir, los territorios palestinos ocupados y en los países vecinos.
El 97% de la población palestina refugiada está registrada en cien kilómetros a la redonda de sus lugares de origen. El 50% está refugiado a menos de 50 kilómetros.
En cuanto a la población judía, en Gaza, en torno a Beer Sheva, la densidad de judíos israelíes en toda la zona de Kibbutz entre Ashkelon y Beer Sheva es de siete personas por kilómetro cuadrado y en Gaza 7000 palestinos por kilómetro cuadrado. Sólo habría que echar abajo una valla y retornar a su tierra vacía, que actualmente es propiedad del Fondo Nacional Judío.
La UNRWA (agencia de Naciones Unidas para la protección del Refugiado Palestino) considera refugiado a toda persona que residió en Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948, y perdió ya sea su casa o su sustento como consecuencia del conflicto de 1948. Se considera también refugiados a todos los descendientes de los refugiados.
La UNRWA tiene registrados  a 4,1 millones de refugiados palestinos, de los cuales 1,3 millones viven en campos de refugiados de UNRWA. Los refugiados palestinos viven en los 59 campos de refugiados reconocidos en las cinco zonas de operaciones de la UNRWA: Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza. Concretamente:
•1,7 millones de los refugiados registrados, viven en Jordania.
•De los 1,6 millones de habitantes de Gaza, dos tercios son refugiados palestinos que perdieron sus casas, pertenencias y tierras durante la Naqbah (o tragedia) que llevo a cabo la creación del Estado de Israel en 1948. Concretamente, los refugiados en la Franja de Gaza suponen  unas 907.000 personas.
•En Cisjordania suponen unas 460.000 personas.
•En Siria unas 409.000 personas.
•Igualmente, en Líbano suponen también unas 409.000 personas.
•Finalmente, en Jerusalén son unas 194.000 personas.
Según el historiador israelí Simha Flapan, 300.000 hectáreas de tierras, 73.000 viviendas, 7.800 tiendas, talleres y almacenes y 5 millones de libras palestinas que se encontraban en las cuentas bancarias fueron simplemente robados. Esta política continuó hasta la segunda gran expulsión de los palestinos durante la Guerra de 1967.
La propiedad perteneciente a los refugiados (la gran mayoría si consideramos que el Sionismo sólo tenía el 5,6% de las tierras en Palestina antes de 1948) fue confiscada a través de una figura legal existente en Israel, la  “Ley del Ausente”, que es abiertamente contraria a los dictámenes de la Convención de Ginebra. Como consecuencia de la misma, Israel se ha hecho con la tierra de miles de palestinos al no permitírseles regresar a las tierras de las cuales tienen títulos de propiedad, siendo totalmente inexistentes las eventuales compensaciones. Debiendo en consecuencia    Israel a los refugiados cifras gigantescas de billones de dólares en concepto de compensaciones
Así, la política de desposesión llevada a cabo por Israel desde 1948 ha provocado que más de 4 millones de palestinos malvivan hoy en condición de refugiados, sin hogar y sin subsistencia.
Por tanto, hoy los palestinos refugiados siguen condenados a la no pertenencia y a la no existencia, sin identidad política reconocida de manera oficial, dislocando toda posibilidad de ser reconocidos como sociedad, o como pertenecientes a alguna comunidad política, negando la reivindicación de sus individuos a ser ciudadanos.
En consecuencia, se trata tan sólo de que se de cumplimiento a dos normas básicas: la primera, el artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,  que establece que “cualquier persona tiene el derecho de abandonar cualquier país, incluyendo el suyo propio, y retornar a su país”. Recordando asimismo, el artículo 17 del mismo texto legal el cual establece que “nadie puede ser privado de su propiedad”; y en segundo lugar, la  resolución 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas, la cual establece que los refugiados palestinos y sus descendientes tienen el derecho moral y legal de retornar a Israel y tomar posesión de sus casas y las tierras que abandonaron o fueron obligados a abandonar en 1948.