Vencejos, gorriones... y gaviotas

El vencejo pálido y el gorrión común son dos especies comunes en nuestra ciudad, ambas tradicionalmente ligadas al medio urbano. Sin embargo, en los últimos censos realizados por SEO-Ceuta se ha observado una disminución de más del 50 por ciento de las poblaciones, comparando los resultados con los obtenidos en los censos de los años 90.
El vencejo pálido es un ave que nidifica en nuestra ciudad, llega a partir de marzo desde sus cuarteles de invernada en África subsahariana y se marcha en septiembre. Sus poblaciones en España están disminuyendo debido a la contaminación urbana, al uso de plaguicidas que disminuye su fuente de alimentación (los insectos) y a que los edificios antiguos están siendo sustituidos por otros más modernos que en raras ocasiones ofrecen lugares aptos para la nidificación de las aves.
El  gorrión común  permanece todo el año en la ciudad. En esta especie también se observa una disminución de las poblaciones en general, debido a la transformación agrícola, al uso de plaguicidas y a la disminución de lugares para anidar. También se ve afectado en la competencia en la búsqueda de lugares para nidificar con otras especies cada vez más abundantes en las ciudades, como la paloma.
La paloma doméstica o semidoméstica en algunas ciudades son verdaderas plagas. Desciende de la paloma bravía que en un tiempo se mantuvieron en cautividad para consumo, como mensajeras, etcétera, algunas se escaparon y se cruzaron con las palomas silvestres, de tal forma que es difícil encontrar hoy en día palomas bravías puras. Provocan problemas de conservación en el patrimonio arquitectónico y pueden transmitir enfermedades al ser humano y a los animales domésticos.
La gaviota patiamarilla es otra especie cada vez más abundante en las ciudades del litoral, favorecida por las actividades humanas (descartes pesqueros y residuos orgánicos urbanos). En Ceuta hasta hace unos años sólo se reproducía en los acantilados del Monte Hacho. Cuando se cerró el vertedero de Santa Catalina numerosas parejas comenzaron a colonizar la ciudad y a anidar en lo alto de edificios, de tal forma que progresivamente está  abandonando su zona de reproducción natural y por el contrario es más abundante en el centro urbano. La gaviota ha sabido adaptarse a este nuevo medio, consume restos de alimentos, rebusca en los contenedores de basura y ha aprendido a rasgar las bolsas de plástico para hurgar en su interior. Esta especie también se ve favorecida por la existencia de un vertedero en Castillejos que va ganando en dimensiones a la par que dicha población.
Sobre todo durante el periodo de reproducción genera una serie de problemas a la ciudadanía, como ruidos, suciedades, olores, vuelos intimidatorios, ataques a personas, predación sobre otras especies de aves urbanas y deterioro en los edificios por acumulo de excrementos y restos de comida. Las especies más afectadas por esta predación son los pollos de vencejo y de gorrión, ya que éstos instalan los nidos en tejados y oquedades a los que tiene acceso la gaviota, siendo un factor más que incide en la disminución observada en estas especies. También ejerce la predación sobre pichones de palomas, lo que en este caso sería una medida de control de esta especie.
Otro factor que afecta negativamente al gorrión común es el gato doméstico asilvestrado, que aunque denominado doméstico conserva intacto su instinto y cualidades de cazador. Un reciente estudio en el Reino Unido estima que los gatos capturan unos 9 millones de gorriones al año, sin contar otras aves que se encuentran durante las migraciones en parques y jardines, amén de que también puede trasmitir enfermedades a los seres humanos. También ejerce la predación sobre la paloma. La convivencia del gato y del hombre comenzó probablemente con la aparición de la agricultura, el almacenaje del cereal atrajo a los ratones y a las ratas, que a su vez atrajeron a los gatos, sus depredadores naturales.
Como vemos, las especies que tradicionalmente han convivido con el hombre, como el vencejo y el gorrión común, que realizan una labor benefactora en las mismas por la cantidad de mosquitos e insectos que consumen, se encuentran en franca regresión por diversas causas, viéndose afectadas en mayor o menor medida por otras especies que cada vez son más abundantes, como las palomas, las gaviotas y los gatos domésticos asilvestrados, viéndose estas últimas favorecidas por la conducta poco higiénicas de muchos ciudadanos y por la aportación deliberada de alimentos de personas bienintencionadas. Para contrarrestar este desequilibrio, en muchas ciudades se está ejerciendo el necesario control sobre estas poblaciones a fin de minimizar los efectos perjudiciales que provocan y mantenerlas en unos límites razonables. En las ordenanzas municipales de muchas ciudades también está prohibido dar de comer a los animales en la vía pública. Estas medidas y regulaciones también se llevan a cabo en Ceuta, pero de momento no está dando los resultados apetecidos.
En el caso de la gaviota patiamarilla se viene actuando por parte de Obimasa desde hace algunos años, procediéndose a la retirada de huevos/pollos, a demanda ciudadana, viéndose incrementadas las actuaciones anualmente. En los años 2004-2006 las actuaciones fueron puntuales, mientras que en los últimos años han llegado a alcanzar hasta 24 actuaciones. Las intervenciones son muy variables en cuanto al número de nidos a eliminar, desde 1-2 en algunos edificios hasta 10-12 nidos por ejemplo en las Murallas Reales, con una media de 2 pollos/huevos por nido. En localidades cercanas, como Algeciras y sobre todo en Gibraltar, se realizan descastes selectivos desde hace unos 15 años, sin que hasta la fecha se haya notado una merma de las poblaciones.
En el caso de los gatos, por parte de la Protectora de Animales se están realizando campañas de castración, dentro de sus posibilidades. Con motivo del último brote declarado de rabia en la ciudad, por parte de la Consejería de Sanidad se procedió al sacrificio de un número indeterminado de gatos, sin que en este momento podamos aportar más información sobre la cantidad de individuos eliminados. La población tampoco ha disminuido.
La solución no parece fácil ni inmediata, las campañas arbitradas hasta la fecha carecen de la eficacia necesaria. Pensamos que habría que comenzar por la concienciación ciudadana…