Veinte días muy fructíferos para los silvestristas

Como en años anteriores, el día 25 del presente mes de agosto finalizaron las jornadas de capturas excepcionales de aves fringílidas  como son los jilgueros, los verderones y los camachos o pardillos correspondientes al período estival otorgada por la consejeria de Medio Ambiente.

Este período veraniego comprendía desde el día 5 al 25 de agosto, practicando dicha modalidad  los diferentes silvestristas de nuestra autorizados por la consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, respetándo ante todo los cupos establecidos otorgados a cada silvestrista.
Por todo ello se han podido observar en los diferentes montes de la ciudad como los pantanos, García Aldave o lazona de Loma Larga y Loma Margarita a los diferentes aficionados practicando su modalidad favorita, como es poder capturar a los ejemplares jovenes denominados chivones, que son los autorizados en esta época, para una vez que sean seleccionados y mudados, elegir entre los que destaquen para los futuros concursos a celebrar en el proximo año.
Con ello se procederá a elegir a todos aquellos que hayan adquirido el cante deseado bien mediante los denominados pajaros maestros o bien mediante los diversos aparatos electrónicos de hoy en dia como son los pendrives o los cd’s, los cuáles  educarán a los pajaros noveles y  sera cuando  partir de los mes de febrero o marzo, se procederá al campeo de estos para seleccionarlo par los concursos, al igual que los que no sean elegidos devolverlos a su medio natural y ponerlos en libertad.
Se ha podido constatar que tanto en jilgueros como en verderones ha habido una gran abudancia de los mismos, algo menos en la pluma de camachos o pardillos.
Por último recordar que el segundo período de capturas excepcionales, el denominado otoñal o al paso otorgado igualmente por la consejería de Medio Ambiente empezará a partir del 20 de octubre, donde se podran observar grandes bandadas de aves,  no sólo de fringílidos, si no también de insectívoros y rapaces, las cuáles cruzan el Estrecho de Gibraltar hasta llegar al sur de Marruecos, intentando emigrar aprovechando las corrientes de aire de los vientos que tengamos en nuestra ciudad ya sea poniente, levante o vendaval, para buscar un mejor tiempo.