Fue concebido como una zona de esparcimiento y de juegos infantiles, pero se ha convertido en un improvisado aparcamiento para aquellos ciudadanos que optan por estacionar sus vehículos en el parque urbano Juan Carlos I, aprovechando esta área libre de zona azul.
Es la denuncia que, desde hace tiempo, plantean los usuarios de los ‘bajos de la Marina’. Personas que hacen deporte, llevan los niños al parque de juegos infantiles o, simplemente, dan un paseo. A pesar de haber manifestado sus quejas ante esta ‘invasión’ de vehículos en zonas que no les corresponden, la situación, lejos de solucionarse ha ido a peor, según apunta uno de los afectados. “Hemos llamado al 112 en varias ocasiones pero aquí no ha venido nadie. Desde las nueve de la mañana esto es una feria, la gente que va a trabajar o incluso al gimnasio deja los coches donde le parece y ello a pesar de que unos cien metros más allá hay un descampado donde siempre hay sitio”.
Es uno de los ciudadanos que suele ir a pasear por esta zona, pero no es el único que se encuentra con esta situación que ya se ha hecho habitual. En las inmediaciones se entrena un grupo de personas que, cada día, se enfrenta al ‘juego’ de esquivar a los vehículos que ocupan parte de la pista destinada a sus entrenamientos. “Cada pocos metros se encuentran con los coches estacionados en la pista verde por la que corren”.
Una pista que los vehículos han ocupado indiscriminadamente, acción que, en algunos casos, a punto ha estado de terminar en tragedia. “Casi se produce el atropello de algún perro y por ahí van niños porque realmente es una zona de juegos y no de aparcamiento”.
Pese a ubicarse en un lugar que no les corresponde, este testigo de lo que está ocurriendo en el parque Juan Carlos I asegura que no todos los conductores reaccionan “bien” ante la recriminación de estar estacionando en un área prohibida. Los usuarios del parque también han sido testigos de cómo algunos conductores introducen los coches en las pistas de fútbol para recoger a sus hijos. “Lo más normal es que estacionen fuera, pero los recogen a pie de pista. Y esto ya lo hemos visto varias veces”.
Una de las opciones que planteaban los ciudadanos que han denunciado todas estas situaciones es colocar bolardos “para impedir que puedan estacionar y quitarlos cuando se organice alguna actividad”. Ideas no les faltan, ni ganas de recuperar un parque que se ideó para los ciudadanos y no para los vehículos.