Basura acumulada en las calles de la barriada Virgen de la Palma, orines impregnados en el pavimento y ratas que campan a sus anchas en esta demarcación de Ceuta. Este situación no es nueva, sino que ya es común en el día a día de estos caballas. “Quién ha visto y quién ve cómo nos encontramos, cuando antes lo teníamos todo limpio”, expresa la presidenta vecinal Mercedes Contreras. Parece que esa imagen es cosa del pasado, la de ahora “huele mal” y perjudica a estos caballas.
Solo hay que mirar el acerado, las manchas delatan la falta de salubridad. “No me parece mal que tengamos una colonia de gatos, pero estos animales orinan y luego no se baldea la zona”, explica Contreras. “No se puede tener esto así, que lo único que nos hace es traer cucarachas”, añade. A estos insectos, solo queda añadir las plagas de rata que se dejan ver en las noches de verano. Justo detrás de esta misma calle, sus vecinos han grabado vídeos en los que se contemplan como los roedores salen con total tranquilidad.
Con respecto a la limpieza de la barriada Virgen de Palma, “los operarios acuden, pero o no les dará tiempo no les da la gana de quitar lo que se echa a la vía pública”, manifiesta Contreras. Del mismo modo, añade que “aquí no se ejecutan los baldeos, parece que solo les interesa estar por la Avenida del Ejército Español”. Estos vecinos se sienten abandonados y “no será porque no les hago saber estos percances a la empresa”. Paciencia es lo que rezan, pese al cúmulo de bolsas en algunos de los contenedores.
Al cúmulo de residuos, así como restos orgánicos; también cambia la conducta cívica. Según delata la presidenta vecinal, “hay vecinos que dejan las bolsas en la Plazoleta –que lleva el mismo nombre que la barriada– y el acerado, del que puedo decir que lo tenemos roto en algunos sitios y con losetas levantadas”. Igual sucede con los excrementos de los perros. Por ello, “quiero hacer un llamamiento al civismo porque, es cierto que TRACE debe pasar mucho más por esta zona; pero también tenemos que tener una actitud más adecuada y comprometida con nuestro entorno”, dice Contreras.
En la Plazoleta Virgen de la Palma hay colocados unos arriates. Estos disponen de flores y ya han crecido lo suficiente. Como con todo, “antes se pasaban para su mantenimiento, ahora están altas, sobresalen y da mala impresión con la basura que igualmente se echa en sus interiores”, comentan los caballas residentes en este sector. Encima, siguen a la espera de la colocación de luminaria, la cual se estropeó hace unos meses dejando a media luz este espacio de recreo para una parte del vecindario.
Los días pasan, el resultado continúa siendo el mismo. La espera es la solución ante un Virgen de Palma “descuidado” y con una higiene que brilla por su ausencia.
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