Vecinos de la barriada Villa Aurora llevan tiempo reclamando soluciones para las diferentes deficiencias y no encuentran respuesta alguna. A pesar de ser una de las barriadas más pequeñas de la ciudad cuenta con diferentes desperfectos. Una bolsa de aparcamientos sin focos de luz, falta un quitamiedos por la peligrosidad de la curva y la proximidad de la casa de un vecino, un muro sin la altura adecuada, un alcantarillado en mal estado y un estrecho pasillo que impide a las personas pasar en sillas de ruedas o con carros de niños pequeños.
En representación de la barriada, su presidente, Sufian Mustafa, denunció todas las deficiencias que lleva arrastrando desde hace tiempo.
La bolsa de aparcamiento con la que cuenta la barriada se encuentra sin ningún punto de luz. Los vecinos tienen miedo al aparcar sus coches por la noche por si pudieran sufrir algún robo. “La verdad es que no hay nada de luz, llevamos muchos meses solicitando un punto, se nos dijo que se pondría en las elecciones y todavía estamos esperando. Hasta que no pase algo no tomarán ninguna medida. Otro de los problemas es que hay muchos coches abandonados, hemos ido a la Policía Local para quejarnos y así vengan y se lleven los coches que no tengan la documentación”, explicó a FaroTV.
Por otra parte, tras la realización de la zona de aparcamiento no se puso una barandilla en el muro para que nadie sufriera algún percance. “Hicieron una series de muros que tienen un metro y medio de altura y cuando acabaron la obra no pusieron las barandillas, y eso es muy peligroso para los niños porque pueden caer por ahí”.
Por la Cuesta Parisiana los coches bajan a altas velocidades lo que es un peligro para los viandantes. Además la casa de un vecino se encuentra justo en la misma curva y se ha solicitado un quitamiedos para evitar un accidente aún mayor. “Llevamos 2 años y medio solicitando un quitamiedo porque la casa del vecino está justo en la curva y ya ha habido varios accidentes y uno incluso se metió dentro de la vivienda”.
La barriada cuenta con tan solo un alcantarillado y no se encuentra en buen estado. Son los propios vecinos los que tienen que limpiarlo cuando comienzan las lluvias con sus propios medios. “El alcantarillado tiene mucho barro y cuando llueve mucho se queda todo acumulado y lo atasca. Por eso los vecinos más de una vez hemos tenido que coger un hierro o alambre grande e intentar solucionarlo”, finalizó.
Los vecinos cuentan con dos únicas entradas a la barriada. El problema está en una de ellas que tiene un pasillo muy estrecho e impide el paso a las personas, por ejemplo, en sillas de ruedas. Además no tiene punto de luz por lo que se encuentra muy oscuro por las noches y crea el miedo en los vecinos.