Los vecinos de La Reina exigen respuestas.
Transcurridos diez días del incendio que afectó uno de los garajes de esta barriada de Ceuta, las 60 personas que sufren las consecuencias se preguntan qué acciones se tomarán. Han explicado que todavía
no pueden acceder al lugar donde ocurrieron los hechos y que por esta razón no pueden recuperar los enseres que permanecen en los trasteros, lo que aumenta el
temor a que se los roben en cualquier momento. Advierten de que si en el transcurso de la próxima semana no tienen una respuesta clara del Ayuntamiento y, específicamente de la Consejería de Fomento, están dispuestos a salir a la calle a manifestarse, pues se sienten “marginados” por la falta de atención de la que aseguran están siendo víctimas. Han explicado que
son 60 personas en total, de tres portones, las afectadas por esta situación, a las que se suman las del garaje que está encima del que se quemó. “La mitad del garaje está incomunicado”, aseguran. Si bien han reconocido que desde la Consejería de Fomento han enviado a los peritos para evaluar la situación, “al final no tenemos respuestas y nuestra preocupación viene porque los destrozos son severos”. Ante esta situación temen que pueda ocurrir algo mucho peor en la barriada.
La madrugada del 1 de marzo, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Ceuta (SEIS) tuvo que actuar en un incendio que se produjo en un garaje en los
bloques de viviendas de La Reina. Como consecuencia del suceso se registraron diversos daños materiales, entre ellos, tres coches que quedaron completamente calcinados. Dadas las altas temperaturas y los gases tóxicos, las labores de los bomberos se prolongaron desde las 3.30 a las 6.00 horas aproximadamente. Esa actuación fue determinante, más allá de sofocar las llamas, al salvarse la vida de una persona gracias a la acción del SEIS y de la Policía Nacional. Tras el suceso, los vecinos ya se habían pronunciado en otras dos oportunidades. En primer lugar para señalar que el incendio pudo haber sido una represalia por querer echar a los okupas que se habían apoderado de algunos trasteros, y en una segunda oportunidad para advertir que se habían identificado varios coches en abandono desde hace meses que deberían ser retirados antes de que los vándalos provoquen incendios.