La barriada de Benzú amanece desde hace meses sumida entre arbustos y matojos, que fueron cortados durante la última poda, esperando ser retirados. Lejos de crear un ambiente verde, este se cierne cada vez más lúgubre y peligroso, ya que al aumento de presencia animal salvaje, tales como serpientes o ratas, el comienzo de la temporada estival y, con ello, el incremento de las temperaturas hace temer la posible propagación de incendios.
Rahma Erryfy, presidenta de la barriada, muestra su malestar y desesperación con respecto a un asunto que no tiene final. “Vinieron hace dos meses, podaron la barriada y se marcharon, dejando toda Benzú cargada de matorrales”.
“Exigimos poder disfrutar del verano en las mismas condiciones que los vecinos del centro”
La acumulación de arbustos se extiende desde la entrada a la barriada hasta la cabililla “zambullendo a la barriada en la dejadez”. Erryfy se lamenta también de la ausencia de implicación por parte de las autoridades competentes y de las contantes trabas que imponen para establecer una comunicación. “La mayor preocupación ahora son estos arbustos, pero pasear por el barrio es encontrar deficiencias a cada paso, desde la falta de limpieza, alumbrado o pavimentación”, detalla.
“Continuaremos con la lucha para que podamos disfrutar del verano como en el centro”
Con respecto a la situación de las playas, la presidenta reconoce que, al menos, el inicio de la temporada ha transcurrido sin problemas y se han alcanzado algunas de las demandas elevadas a la Ciudad en los años previos. “La instalación de sombrillas y acceso estaba preparado a su debido tiempo, sin embargo siempre quedan puntos negros”.
En este sentido se remite a las constantes demandas para conseguir el adecentamiento en todas las playas que bañan al barrio, ya que muchas no pueden presumir ni de material, accesos “como la de la cabililla” o, incluso, limpieza. “Continuaremos con la lucha emprendida para conseguir que nuestros vecinos puedan disfrutar del verano en las mismas condiciones que los del centro, pero es evidente que en la periferia siempre tenemos que mendigar actuaciones”, insiste la presidenta de la Asociación de Vecinos