Marruecos ha vuelto a sufrir un nuevo terremoto. Este pasado viernes por la tarde un fuerte terremoto sacudió la costa de la región del Rif, en la provincia de Alhucemas, provocando un estado de nerviosismo y miedo entre la población que sintió la fuerza del seísmo.
Según datos de los centros especializados en vigilancia sísmica, la magnitud del terremoto registrado este pasado viernes alcanzó una magnitud de entre 4,4 y 4,7 grados en la escala de Richter y su epicentro se registró en el centro de la región de Temsmane, a unos 40 kilómetros al norte de la ciudad de Alhucemas.
El terremoto se produjo hacia las 20.17 horas GMT (21.07 horario de España) y fue sentido por los residentes de la ciudad de Alhucemas y de ciudades y zonas cercanas, como Nador, Driouch y Chefchaouen.
Según los medios locales de la zona, el terremoto provocó que algunos de los residentes de las zonas afectadas se vieran obligados a abandonar sus hogares y salir a la calle por temor a que los edificios se derrumbaran, especialmente después de que se difundieron varios rumores a través de las redes sociales de que se esperaban posibles réplicas aunque se llegaron a producir.
Según han informado las autoridades, por el momento no se han registrado heridos ni daños graves, pero algunas casas y tiendas sufrieron daños menores.
La región del Rif es conocida por su marcada actividad sísmica, especialmente al sur del mar de Alborán, donde en los últimos años se han registrado numerosos terremotos ligeros y medianos.
Por su parte, los expertos han confirmado en los medios locales que estos temblores no son motivo de preocupación ya que la actividad sísmica de la zona "sigue siendo normal" dada la presencia de una falla sísmica activa en el mar Mediterráneo que al chocar provoca estos terremotos.