Llevan recogidas miles de firmas, a sus espaldas suman años de reivindicación para conseguir que la comisaría de la
Policía Nacional de
Los Rosales vuelva a estar operativa.
En breve se reactivará la recogida de nuevas rúbricas en los barrios de Los Rosales, Juan Carlos I y La Reina, en Ceuta, con el fin último de sumar más respaldo al grueso de apoyos que pretende que desde el Gobierno de la Nación se mueva ficha en favor de esta petición.
Los organizadores de la campaña, que recorrió varios puntos de Ceuta, confirman no solo las zonas en donde harán esa labor sino la idea de reunirse con el nuevo
delegado del Gobierno, Rafael García, para presentarle sus inquietudes así como exponerle la necesidad de que ese cordón de barrios del extrarradio tenga más seguridad.
Los vecinos quieren que se vuelva a disponer de ese punto fijo para que, a modo presencial, se tenga
un símbolo de la Policía Nacional justo en una zona que prácticamente hace enlace con la ruta hacia el Príncipe y vías aledañas como Claudio Vázquez, su propio territorio de Los Rosales, Poblado Regulares y Hadú. El proyecto, confirman en conversaciones con El Faro de Ceuta, para nada está olvidado. De hecho los sucesos ocurridos en los últimos meses, focalizados en las barriadas que rodean al territorio de la vieja comisaría, fundamentan esa petición con el ánimo final de trasladar todos los apoyos al Congreso. Los
vecinos quieren tener un centro al que recurrir ante cualquier suceso, al margen de que la Jefatura Superior de la Policía continúe con sus planes de seguridad activos, que se reflejan no solo en la presencia de los policías que se ven -UPR y UIP- sino también en la que no se ve -la que está integrada por los agentes de paisano e información-.
"La idea es llevar hasta Madrid la reclamación de los vecinos de nuestra ciudad"
Los disparos, las quemas de contenedores, las amenazas en forma de pintadas en paredes y los señalamientos se concentran en este entorno más que en ningún otro punto de Ceuta, causando inquietud en unos barrios que temen echarse a perder ante el poderío de quienes viven burlando la ley.
Y no solo son los sucesos asociados al enfrentamiento entre bandas rivales entre grupos de pistoleros, sino también la venta de droga, sobre todo pastillas y cocaína.
La anterior delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, ya se reunió con los vecinos de la zona para escuchar sus planes; ahora los residentes pedirán otro encuentro con Rafael García después además de que en mayo de este mismo año el PSOE se descolgara anunciando que el propio secretario general, Juan Gutiérrez,
trasladaría el proyecto a Madrid para solicitar no solo que se reabra la sede policial de Los Rosales sino también que se reutilice el antiguo fuerte del Príncipe Alfonso como nueva sede del CNP, un lugar que antaño estuvo ocupado por la Guardia Civil hasta la marcha de las patrullas fijas de la zona a finales de los años 90.
El último símbolo muere en 2016
Fue en marzo de 2016 cuando se dio la orden de retirada de la placa identificativa de la comisaría policial y de la bandera. Así se escribía el final de una sede que en los últimos años fue entregándose al abandono hasta prácticamente funcionar con horario de supermercado.
Hoy, con las puertas bloqueadas para evitar la entrada de okupas y los robos, sigue albergando restos de expedientes, mobiliario y basura. Con los cristales rotos parcialmente y soportando alguna que otra nueva intrusión de ladrones, se ha colocado en el punto de mira, en motivo de debate sobre si fue acertada la decisión de clausurar definitivamente la sede.
Se supone que el proyecto de ‘megacomisaría’ en los terrenos de Ybarrola debía estar ya finalizado. No se ha colocado ni una sola piedra, como tampoco ha sucedido en el solar del antiguo pabellón de Las Heras que albergará la Comandancia de la Guardia Civil.
La comisaría de Los Rosales fue inaugurada a finales de los 90 por el que fuera ministro del Interior con el PP, Jaime Mayor Oreja. Operó durante un tiempo, disponiendo de todas las infraestructuras básicas de una sede policial hasta que se ordenó el cierre toda vez que iba a construirse la gran Jefatura en terrenos próximos, un proyecto que sigue sin ejecutarse. En aquella fecha todas las autoridades apoyaron el proyecto: Jesús Fortes como alcalde, Luis Vicente Moro como delegado.
Al cierre de la comisaría se le sumaría años después el de la cárcel de Los Rosales lo que sumió a toda la zona en un abandono mucho mayor.
A falta de cambios, lo que todos estos años han mantenido las distintas delegaciones del Gobierno se centraba en no considerar idóneo ni necesario esta reactivación.