Una vez que inicia el curso escolar, la Consejería de
Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, a través del Plan sobre
Drogas y otras Conductas Adictivas, también da comiendo a los programas destinados para prevenir las adicciones entre los adolescentes. Uno de ellos es el ya conocido como
‘Clase sin humo’, que aunque aún apura los últimos retoques para esta nueva edición, según datos de la última campaña atendió a 28 clases de siete centros escolares de nuestra ciudad, alcanzando a 802 escolares de 1º y 2º de la ESO.
Esta iniciativa se basa en integrar a los jóvenes en un concurso para estimular la prevención del tabaquismo entre alumnos de 12 a 14 años. Según los organizadores, es un programa que refuerza el carácter voluntario de la decisión, el compromiso de grupo, la confianza en uno mismo y en los otros, y la recompensa-premio como estímulo, ya que la clase ganadora disfrutará, como en esta edición ha conseguido 1ºG del IES Siete Colinas, de una estancia de cuatro días y tres noches, en régimen de pensión completa, en un campamento multiaventura en las Cabañas de Miguel de Luque .
Para ganar, todos los alumnos de una clase se comprometen a no fumar por un período de seis meses. El compromiso implica mantener la decisión de no fumar hasta el final del concurso.
Es todo un reto que muchos no consiguen, ya que según confirma personal del área del Plan sobre Drogas está proliferando de manera vertiginosa el vapeo y el uso de la cachimba entre los jóvenes, además de empezar a cobrar fuerza otros métodos de consumir tabaco que parecían haber quedado en el pasado, como es el caso del rapé o lo que es lo mismo, tabaco para esnifar.
En el caso de las dos primeras, se ha hecho tan popular que cada vez son más los negocios que se dedican a la venta de artículos de este tipo, recordando desde Sanidad que el hecho de que no sean cigarrillos o tener sabores no lo hace menos nocivo, sino al contrario, ya que los vapores pueden llegar a multiplicar los ingredientes que contiene el tabaco.