No hay noche en que el parte de incidencias del SEIS de
Bomberos se quede vacío. Y esta última tampoco ha sido una excepción, pues la lista de incendios, se entiende que provocados, sigue aumentando y, generalmente, el objetivo siempre es el mismo: mobiliario urbano y vehículos, la mayoría abandonados. Esta madrugada, de nuevo, ha ardido un coche que se encontraba en las proximidades del lavadero de vehículos ‘Ismael’, en la barriada Príncipe Alfonso.
La notificación sobre este suceso, para su atención inmediata, llevaba a la central del Parque de Bomberos sobre la 1.45 horas de la madrugada y, como es de suponer, rápidamente se ha activado el servicio para poner rumbo al lugar y sofocar las llamas. Todo ello contando, como ya es costumbre también, con
apoyo policial en prevención de posibles incidentes que se pudieran generar como apedreamientos u otro tipo de agresiones, pues quienes acostumbran a delinquir durante la noche tienen también por norma atentar contra quienes trabajan para salvaguardar la seguridad de la ciudad. Una vez en el lugar el
fuego ha sido sofocado sin mayores problemas.
Pero esta no ha sido la única actuación del SEIS en las últimas horas ya que el otro servicio de la noche ha tenido como escenario también a otra ‘zona caliente’ de la ciudad: la barriada de Arcos Quebrados. Allí, una vez más, desconocidos habrían prendido fuego a basura acumulada, necesitan que los bomberos fueran hasta la zona para sofocar las llamas a requerimiento de los propios vecinos y evitar, así, la propagación del fuego. Por más reuniones y protocolos que se tratan de impulsar la realidad es clara y evidente: nada cambia. Los vándalos continúan en las calles con el fuego como el mejor de sus aliados. Todo ello para sembrar un clima de inseguridad y miedo entre los propios vecinos, ya tristemente acostumbrados a telefonear a los servicios de emergencia noche tras noche.