Ceuta lleva soportando los últimos días una de las mayores presiones en el perímetro fronterizo. Los intentos continuados de cruce protagonizados por subsaharianos en noches marcadas por la lluvia y el viento están poniendo en evidencia las penosas condiciones que están absorbiendo todos los recursos con los que cuenta la Comandancia de la Guardia Civil.
Falta personal, la valla hace aguas y a esto se suma la acumulación de jóvenes al otro lado del perímetro con intención de buscar el pase dejando atrás Marruecos.
El modo de vida de estos subsaharianos en los montes es extremo. Cruzar a Ceuta se presenta como una meta conseguida, en muchas ocasiones, prácticamente al límite. Llegan descalzos, con heridas y la ropa destrozada. A la carrera acuden hacia el centro de acogida guiados por otros compatriotas.

Es una situación imposible de ser controlada. A la falta de efectivos se suma las carencias técnicas de una valla en la que el Ministerio del Interior lleva años haciendo experimentos, colocando medios que suponen un enorme gasto, con mantenimientos ineficaces.
En los últimos días las jornadas están siendo complicadas. A la presión constante en el mar, con rescates de personas por parte del Servicio Marítimo, se suma la que se registra en el vallado, con cientos de subsaharianos al otro lado buscando la entrada en jornadas de constante lluvia y viento, de complicada visibilidad.
Hay, además, tramos ciegos de valla, resultado de un plan de impermeabilización nefasto en el que el Gobierno de España ha invertido miles de millones ideando elementos de contención carentes de funcionalidad práctica.
Sin cifras de los intentos
Entre el sábado y domingo entraron cerca de 40 subsaharianos por la valla. No se da cifras de la cantidad de inmigrantes que fueron rechazados por la Guardia Civil, Cuerpo que tuvo que desplegar a todas sus unidades para hacer frente a los saltos constantes y por distintos puntos de la valla.
Esa tónica no ha cesado. Sigue habiendo una presión notable que va a más. Los intentos de incursión de subsaharianos se producen, de momento, en grupos reducidos, pero por distintas zonas y de manera constante.
No se ha llevado a cabo una entrada masiva; de hecho, era temida por la proliferación de mensajes en esa línea que se estaban compartiendo en redes sociales.
Llegadas al CETI
De la entrada en Ceuta… hasta el CETI. Las pruebas de esas llegadas son compartidas por la población subsahariana en redes sociales, colgando los vídeos de quienes han sorteado el perímetro fronterizo y que llegan prácticamente con lo puesto al centro de estancia temporal.
De momento, estas instalaciones están aguantando las entradas. No superan los 600 ocupantes, nadie está durmiendo en el exterior. No obstante, hay precaución ante lo que está sucediendo y ante el repunte en los pases por el doble vallado perimetral.
El Ministerio del Interior sigue difundiendo los datos de entradas que tiñe de oficialidad, pero no la verdadera presión a la que se está enfrentando la Guardia Civil por el vallado y por mar.
La cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska calla sobre las pretendidas incursiones que terminan frenadas.
Las estadísticas de Interior: 128 entradas en 15 días; 3.396 en todo el año
En lo que va de año, Interior ha registrado la entrada en Ceuta por vía terrestre -es decir, valla y espigones- de 3.396 inmigrantes, la gran mayoría subsaharianos. En los últimos 15 días, es decir, la primera quincena de este diciembre, han sido 128.
En comparación con el mismo periodo de 2024, es decir, del 1 de enero al 15 de diciembre, se han producido 1.010 entradas más, ya que en ese tiempo entraron 2.386 inmigrantes por esas vías de tránsito.







PSOE. Haz que pase(n).
Puede estar orgulloso del gasto de medios en la frontera
Deportarlos a todos y cerrar el ceti.