Si hay un símbolo indiscutible, una figura que guste recordar en el seno de La Legión, ese es el teniente coronel Valenzuela, primer jefe legionario fallecido en campo de batalla. Y quién mejor para ahondar en su relevancia que el general de división Miguel Ballenilla, doctorado en historia, que impartió esta tarde una charla en el Casino Militar de Ceuta.
Una conferencia a petición del Centro de Historia y Cultura Militar de Ceuta, coincidiendo con los actos del aniversario de La Legión. "Además, justo se cumple el centenario de la muerte en combate de Valenzuela", explicó Ballenilla al inicio de su intervención.
Sobre el que fuera segundo jefe en la historia de La Legión, el general de división recordó que llegó al mando "sustituyendo a Millán Astray, después de la evolución de la situación nacional con la Guerra de Marruecos tras el desastre de Annual".
En aquel momento, según detalló Ballenilla, "hubo cambios políticos que determinaron dejar de avanzar en las posiciones en Marruecos y eso tuvo consecuencias graves". Entre ellas, "el cambio de situación táctica de la Comandancia General de Melilla".
En ese contexto, Valenzuela, al frente de dos de las banderas de La Legión, "falleció intentando evitar un nuevo 'Annual'", subrayó el ponente.
Disfrutó mucho Ballenilla, doctorado en Historia, con tesis sobre La Legión incluida, hablando de "un referente" para toda esta fuerza militar de élite, "desde el momento de su muerte". De hecho, según destacó, "la séptima bandera, que está en Almería, lleva su nombre".
Una fuerza de referencia
Ballenilla ha estado destinado como teniente y capitán en el Tercio “Gran Capitán” 1º de La Legión en Melilla; como comandante en el Cuartel General de la Brigada de La Legión “Rey Alfonso XIII” en Almería, donde ejerció la jefatura de diversas secciones de su Estado Mayor y tras su ascenso a teniente coronel se le dio el mando de la Bandera “Millán Astray”, X de La Legión, en Ronda (Málaga).
Con su experiencia en la mano, defiende que "La Legión sigue fiel a sus principios fundacionales, al credo legionario y es lo que le da continuidad en el tiempo".
Apunta que, más allá de los cambios en procedimientos, tecnologías o forma de reclutamiento, "el espíritu de La Legión continúa y es lo que hace coincidir a los legionarios de los años 20, los 50 y los de hoy en día y confío que siga así".
Para él, esta fuerza militar de élite "no puede pasar por un momento mejor", siendo "muy querida por los españoles y punta de lanza en tecnología y procedimientos".
Deseando pasar más tiempo en Ceuta
Ballenilla no llegó a estar destinado en Ceuta, pero en varias ocasiones su trabajo le ha traído a la ciudad autónoma, "tanto acompañando al general jefe, como acompañando a otros mandos en sus nombramientos o impartiendo hasta cuatro conferencias".
Eso sí, echa en falta poder "venir con más tranquilidad, pasar una semana y vivir la ciudad un poco más". También está deseoso de "cruzar la frontera por aquí y recorrer algunos escenarios de la Guerra de Marruecos".
Para el que ha escrito el artículo. En el campo de batalla, no se fallece. Caes en combate.
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