La Asociación Española de Guardias Civiles no se caracteriza por lanzarse al cuello de los mandos cuando supuestamente han cometido una irregularidad. Tampoco por salir en defensa SOLO de los mandos como ocurre con otras asociaciones de guardias civiles, porque entendemos que todos estamos en el mismo barco y porque un mando de la Guardia Civil no deja de ser un funcionario como nosotros. Esta es nuestra seña de identidad “defender a los guardias civiles de todos los empleos”, porque no somos una organización clasista, ni populista. Lamentablemente esto no ocurre con otras asociaciones que solo levantan la voz cuando son cesados o sancionados mandos y jamás cuestionan las medidas que se han tomado contra los guardias de otros empleos. Una seña de identidad que nos está haciendo crecer como organización.
El Ministerio del Interior ha cesado al teniente coronel de la Guardia Civil que trabajaba de enlace en el Estado Mayor de la Defensa por vacunarse contra el Covid-19, junto al jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, y otros cargos militares. Una decisión que ha tomado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, después de haber sido informado por la cadena de mando de la Guardia Civil. Acertada o no, esa es la decisión.
Ayer publicaba el periódico La Razón que la Dirección General de la Guardia Civil recordaba a los guardias civiles el acuerdo establecido por el Ministerio de Sanidad, indicando la preferencia del personal sanitario, las personas mayores y los grandes dependientes. Por ello, participa a todos los guardias civiles que “no deberán vacunarse antes del momento en que se inicie la vacunación en la Guardia Civil y atendiendo al colectivo al que pertenezca. Tampoco deberán aceptarse otros ofrecimientos anteriores, de buena fe, aún en situaciones de vacunas sobrantes asignadas a otros colectivos”.
Unas instrucciones que me parecen acertadas, porque el Ministerio de Sanidad trata de proteger a los colectivos más vulnerables y, por tanto, una sola vacuna que se pueda administrar a una persona de estos colectivos puede salvar una vida. Sin embargo, estas instrucciones vienen tarde y tendrían que habérselas administrado -perdonen la expresión- a los mandos que tienen la posibilidad de decidir quién se vacuna o no. No trato con esto de defender al teniente coronel cesado, pero conociendo la Guardia Civil, pocos guardias se hubieran negado a administrarse la vacuna si su jefe le ordena “hoy te vacunas” y, mucho menos, si la orden es del jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). Pero como no conocemos las causas del cese del teniente coronel, lo prudente es no tomar partido hasta conocer con detalle las circunstancias.
Lo que sí me llama la atención es que esa doble dependencia de la Guardia Civil del Ministerio del Interior y Defensa jamás nos beneficia a los guardias civiles y, en este caso en cuestión, al parecer tampoco, porque los mandos del ejército que se han vacunado no pertenecientes a los colectivos de riesgos pautados por el Ministerio de Sanidad siguen en sus cargos, excepto el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, que dimitió ayer, mientras el teniente coronel de la Guardia Civil ha sido cesado.
Sinceramente desconozco el protocolo “propio” que tienen las Fuerzas Armadas sobre el cupo de vacunas que les reparte el Ministerio de Sanidad pero, según parece, el Estado Mayor redactó un protocolo que prioriza al personal sanitario, miembros de misiones internacionales y después la cadena de mando siguiendo un criterio de edad. Un protocolo que debe valorar la ministra de Defensa, pero en la Fuerzas Armadas hay muchos militares que pertenecen a grupos de riesgo que no están dentro de estas prioridades y debían estar como pueden ser los militares que han padecido cáncer, entre otras enfermedades y, por tanto, si ese es el criterio, debería revisarse.
Lo cierto es que en este país hay muchas personas que han tenido la desconsideración de vacunarse fuera de los grupos de riesgo, lo que los medios de comunicación vienen a llamar “vacunados enchufados”, pero causalmente el único cesado es un teniente coronel de la Guardia Civil. Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero como guardia civil y representante de los guardias civiles, sigo manteniendo que los guardias civiles somos los funcionarios que más trabajamos, menos cobramos y menos derechos tenemos.
Cada uno que saque sus propias conclusiones.
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