Los usuarios de la piscina del
polideportivo ‘Guillermo Molina’ están alcanzando el límite de su paciencia ante las deficiencias que registran las instalaciones. Las reclamaciones ante la gerente del ICD siguen sin ser atendidas a pesar de que los problemas se remontan a antes de verano.
Enumerar la lista de las carencias y deficiencias que presenta el ‘Guillermo Molina’ es una tarea ardua para los usuarios, aunque no menos que el hecho de comprobar como, casi a diario, la lista de desperfectos va en aumento, sin que sus quejas sirvan para remediar esta situación.
El funcionamiento de las calderas es uno de los problemas a los que se enfrentan los usuarios. Desde antes del verano se duchan con agua fría, a excepción de ciertos periodos en que su temperatura se eleva de tal manera que amenaza con quemar a los que se coloquen bajo una ducha. “En verano salía agua fría, a partir del 10 de septiembre estaba hirviendo, pero hace un tiempo que el agua está de nuevo helada”,se lamenta una de las usuarias.
Un saneamiento deficiente en los baños se suma a estas duchas de temperaturas extremas. El estado de los sumideros tampoco ayuda a mejorar las condiciones de la limpieza ya que el agua, al no fluir, se estanca y genera una fuente de infección.
La piscina no se libra de esta deficiente higiene, según apunta otro ciudadanos. “Esta muy sucia. Un día vamos a terminar nadando con las cucarachas que se ven corretear de vez en cuando”.
La piscina destinada a los más pequeños se encuentra a “medio funcionar” desde hace un año, por deficiencias como la rotura del pasamanos. Las deficiencias continúan con la rotura de las puertas de acceso a los vestuarios, manillares oxidados o taquillas cerradas por personas que se llevan las llaves y que son, a todas luces, insuficientes para el alto número de usuarios que acuden a la piscina. “Nos dijeron que iban a traer las del ‘Díaz Flor’ y las colocaron junto a la piscina. ¿Es el sitio adecuado para colocarlas?”, se preguntan.