Los usuarios de la dársena deportiva han alcanzado el límite de su paciencia. Los constantes robos que sufren en sus embarcaciones les ha llevado a concentrarse para exigir medidas que eviten estos actos delictivos que se vienen produciendo desde hace años. Cansados ya de que sus embarcaciones corran el riesgo de terminar implicadas en actividades ilícitas, exigen que se modernicen unos métodos insuficientes para frenar esta oleada de robos.
“Aunque tengamos cámaras, si no hay un control efectivo de lo que se graba, no sirve de nada. Hay métodos más efectivos como cámaras que se activan por movimiento y es necesario tener más control sobre las personas que acceden al pantalán”, explica uno de los usuarios de la dársena deportiva, Jesús Machado.
Recientemente se han producido robos en varias de las embarcaciones atracadas en la dársena, aunque en otras ocasiones, se han llevado la embarcación completa. Al límite de su paciencia, los afectados han traslado el problema a la empresa responsable de explotación de la dársena, Marina Hércules. Hasta ahora sólo se han encontrado con la callada por respuesta.