Uno de los bloques del conocido como ‘Pasaje del Silencio’, en Serrano Orive, fue el lugar elegido por un inmigrante residente en el
CETI de Ceuta para escapar tras una ‘visita’ al Palacio de Justicia que se encuentra a escasos metros. Subió las escaleras hasta llegar a la azotea donde provocó varios destrozos además de atemorizar al bloque de vecinos. Accedió a través de la puerta principal que da a la calle, sin mucho esfuerzo, ya que los vecinos explicaron que “la cerradura es vieja” y muchas veces se queda abierta.
El incidente sucedió sobre las 13.00 horas del pasado jueves, cuando un hombre de origen subsahariano irrumpió en el descansillo del edificio de cuatro viviendas. Una vecina que se encontraba allí escuchó ruidos extraños en el tramo que da acceso a la azotea, tras abrir la puerta, fue sorprendida por una lluvia de enseres que este hombre estaba lanzando escaleras abajo. “Mi primer impulso fue cerrar el cerrojo de la puerta, pero no dejaba de tirarme cosas”, contó a El Faro de Ceuta la testigo.
Botes de pintura, sillas de playa, escaleras plegables, garrafas de agua y demás objetos que los vecinos almacenaban en el hueco de la escalera y la azotea fueron las armas arrojadizas que el asaltante usó para disuadir a la vecina que no dudó en cerrar la puerta con llave y dejarle atrapado en la azotea en cuanto tuvo ocasión. En su relato añadió que intentó hablar con él y tranquilizarle pero que su actitud era “desafiante y agresiva”. “No entendía nada de lo que me decía, solo decía ‘toma ya’ cada vez que lanzaba algo”, narró esta mujer, que comparte rellano con una señora mayor que también fue testigo del suceso.
Casi media hora después llegaron los efectivos de la Policía Nacional que, tras apartar la montaña de bártulos que se habían almacenado detrás de la puerta, consiguieron detenerle. Mientras estaba encerrado, el usuario del CETI habría continuado sembrando el caos, destrozando todo lo que se encontró, y según los vecinos pudieron escuchar de la conversación entre varios agentes, también se detuvo en amontonar varios elementos inflamables junto al carbón de una barbacoa que un vecino guardaba en la terraza para lo que parecía ser una hoguera. “Podría haber pasado una desgracia”, lamenta otra testigo que asegura “que estaba como loco”. Según pudieron saber las mismas fuentes, este hombre no era un desconocido para la Policía ya que sería la quinta vez que intentaba escapar en uno de los traslados a juzgados.
El colectivo de vecinos del bloque coincide en la sensación de inseguridad que les provocó este altercado y que su intención es “pedir responsabilidades” a las autoridades pertinentes además de al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, quien acoge a estas personas. En su opinión, una persona acusada de delitos y que ya ha escapado antes “debería estar más vigilado”. Además, también quieren denunciar los destrozos ocasionados por esta persona que además de “romper todo lo que tenían guardado” desmontó la antena de televisión que se encontraba en la azotea dejando sin señal a todas las viviendas.