Ceuta necesita que Caballas obtenga un buen resultado electoral. Es la única manera de corregir una orientación errónea que no se puede prolongar por mucho más tiempo. La coyuntura actual demanda un voto reflexivo e inteligente. El próximo domingo, no sólo se celebran unas simples elecciones municipales. En Ceuta, todo tiene una dimensión adicional.
En una ciudad que siempre zozobra cabalgando a lomos de una inquietud existencial, los hitos de la vida política adquieren la condición de trascendentales. Acaso de oportunidades irrepetibles. Porque además de dilucidar quién y cómo gestionará los servicios públicos cuya competencia corresponde al Ayuntamiento, también quedará definido el mapa de representatividad de las diferentes sensibilidades sociales. Esta es una cuestión irrelevante en cualquiera de los ocho mil municipios españoles, pero fundamental en Ceuta. No hay otro momento ni otra forma de conocer la evolución del sentimiento de la sociedad ceutí. Es preciso interpretar correctamente esta clave para votar en conciencia en beneficio de esta ciudad.
Todos deberíamos haber entendido ya que Ceuta es una ciudad en construcción. Estamos definiendo nuestra identidad. Y no es una tarea fácil. Es un esfuerzo colectivo que requiere un consenso implícito de infinidad de mentalidades muy mediatizadas por intereses y opiniones diversas. Por eso es un proceso inextricable marcado por continuos reveses, frustraciones y errores. Este hecho obliga a un mayor compromiso a los sectores más concienciados del cuerpo social.
La trascendencia de la coexistencia a la convivencia no se produce por inercia. Es un acto volitivo impulsado por la conciencia. Queremos que Ceuta sea un espacio de convivencia en el que todos sus habitantes alberguen un sincero sentimiento de pertenencia. Y para ello es indispensable que cada ciudadano perciba que su forma de entender la vida encuentra un acomodo confortable en el grupo del que forma parte. Esto no sucede en la Ceuta de los albores del siglo veintiuno. El conflicto entre culturas no se ha resuelto. Está contenido y apaciguado. Pero latente. Y esta situación no es estable, ni sostenible. Por eso es preciso trabajar en la dirección de la interculturalidad. No es un camino recto. Está plagado de trampas y resistencias. Pero es el único.
El conjunto de la ciudadanía tiene que tener la certeza de que avanzamos por la senda de la interculturalidad. Todos debemos creer que es posible esa empresa. Aunque discrepemos en los ritmos o las intensidades; pero tenemos la obligación de coincidir en la idea. Es necesario un paso más. Corto o largo, pero un paso más. Ahí radica la importancia del resultado electoral de Caballas. No tanto para esta formación política, como para el futuro de nuestra ciudad.
Sé que no es fácil abstraerse del ruido. Ensordece y hasta enloquece. Pero merece la pena hacer un esfuerzo de concentración, y reflexionar sobre nuestra compleja realidad. Desprenderse de prejuicios e intereses propios, y fijar la vista en un horizonte común. Mirar a los ojos de los que hoy son niños y niñas rebosantes de vida, y votar para ellos. Es una invitación a votar a Caballas.
Las obras entre Los Rosales y Poblado Regulares siguen su curso en Ceuta a pesar…
Procesa trabaja para llevar a cabo acciones formativas para la ejecución del itinerario previsto para la…
Este 25 de noviembre como cada año se conmemora una fecha muy significativa, es el…
Tras el conocido Black Friday llega el próximo lunes el Cyber Monday, una jornada de…
El esperado evento está a la vuelta de la esquina y los comercios en Ceuta ya…