Las colas de la frontera volvieron a mostrar su peor cara. La OPE y la Feria de Ceuta formaron una combinación letal para una ciudad que ya de por sí en el día a día se muestra frágil ante la amenaza de aglomeraciones en el tránsito fronterizo.
Viajeros procedentes de la península mostraron su indignación ante las cámaras de FAROTV, asegurando que estaban dispuestos a pagar más la próxima vez si conseguían así evitar pasar por Ceuta. Testimonios que representan a la perfección lo que supone el bloqueo para Ceuta: un aislamiento cada vez mayor ante un problema que no tiene solución y que provoca la pérdida continuada de visitantes tanto por vía marítima como por el propio paso fronterizo.
Más de 24 horas de atascos generalizados mostraron la falta de previsión por parte de Delegación del Gobierno, que hace unas semanas aseguraba tener la fórmula para solucionar el mantra que desde hace tiempo ha conseguido tener desesperados a los ceutíes. Sin embargo, ante el primer gran reto, un duro fin de semana enmarcado en la Operación Paso del Estrecho, la sensación de caos ha sido una constante desde el Tarajal hasta, incluso, la playa del Chorrillo.
Es necesario que las autoridades competentes busquen soluciones para un problema que, de seguir alargándose en el tiempo, acabará dejando sin aire a una ciudad que necesita solucionar el problema del tránsito fronterizo.
Marruecos, por su parte, habilitó un solo carril de entrada, y durante la noche y buena parte de la mañana las autoridades del vecino país mantuvieron la aduana bajo mínimos. Una situación que ahoga el tráfico de la ciudad más aún si cabe y que necesita de un profundo diálogo, previsión y negociación entre las partes para que pasar por Ceuta no conlleve el martirio de “una y no más” que supone para la mayoría.