Categorías: Colaboraciones

Una muerte anunciada y tristemente esperada: la del programa Escuela 2.0

El pasado martes, día 3 de abril, la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, daba a conocer ante los medios de comunicación, con absoluta frialdad y sin reparo alguno, la decisión de suprimir el programa Escuela 2.0 en el cual el anterior gobierno del señor Zapatero, y la mayoría de las Comunidades Autónomas, se habían gastado 600 millones de euros para dotar de portátiles a los alumnos de 1º de la ESO y del tercer ciclo de Educación Primaria.

A esta elevada cifra habría que añadir otras cantidades nada despreciables para la dotación de recursos a los respectivos profesores y aulas (ordenadores, pizarras digitales, redes de conexión a Internet, mobiliario específico…) y de mantenimiento de estos. Incluso podríamos adjuntar las inversiones en el denominado de capital humano: como por ejemplo, el tiempo que no pocos docentes han empleado en la formación para la adquisición de las nuevas competencias, de forma independiente y autónoma, o a través de las escasas actividades de formación organizadas por la Administración, muchas de ellas al margen de la jornada laboral; o el esfuerzo personal, escasamente reconocido, que ha supuesto para los enseñantes implicados, la planificación diaria de sus clases con los innovadores instrumentos y la creación de materiales educativos acordes a los mismos, precisamente en una época de crisis, con los sueldos congelados y rebajados, y señalados por una sociedad  al dictado de los políticos en el poder, como “funcionarios privilegiados” causantes del descuadre de las cuentas del país.

Las razones que presentó Montserrat Gomendio para justificar la medida no fueron estrictamente económicas, como cabría de esperar. He aquí algunas de ellas que a continuación trataré de analizar:

a)La compra de ordenadores se hizo de forma “no coordinada”, “sin un plan pedagógico claro y unificado” y “sin formación previa del profesorado”.

Desgraciadamente esto es cierto. La historia, por increíble que sea y en lo sustancial, es la siguiente: un día, el ministro de turno, con el visto bueno del presidente Zapatero, se le metió en la cabeza la idea de llenar de ordenadores los centros educativos para remediar el fracaso escolar y la baja calificación de nuestro sistema educativo a nivel internacional. Por supuesto, no se le ocurrió preguntar previamente a los que trabajan en el aula cómo se podrían mejorar estos resultados, o analizar las experiencias que ya existían en este campo…  ¿Para qué? Los problemas empezaron a venir cuando el ministro expuso sus ideas a sus expertos y estos les presentaron los informes con los obstáculos a salvar: presupuestos desorbitados, necesidad de una infraestructura técnica y material, insuficiente formación del profesorado…Y en consecuencia vinieron los recortes y las prisas por hacerse la foto: las aulas de quinto y sexto curso de Primaria se llenaron de portátiles y se les dotaba de una pizarra digital, sin que el maestro supiese que hacer con ellos; las escuelas no disponían, ni disponen, de conexiones, ni redes de Internet idóneas; o las imágenes de los niños con portátiles que aparecían en los medios de comunicación, acompañados del avispado político sonriente, correspondían a una minoría de un plan piloto a los que se les había dotado de lo mejor para ocultar las miserias del resto.

Sobre la marcha se fue parcheando: se organizaron actividades de formación en los que en un reducido número de días se les exigía a los enseñantes la adquisición de las novedosas capacidades y la transformación radical de sus metodologías educativas, sin aportarles una variedad consistente de estrategias didácticas útiles y eficientes, y lo peor, sin darles tiempo a reflexionar, experimentar y adquirir confianza en las propuestas; en los congresos nacionales se ponían en evidencia que las diferencias en los niveles de implantación, desarrollo y apoyo al programa, se distanciaban significativamente de unas Comunidades a otras; desde Andalucía, que apostó firmemente por el mismo, hasta Murcia o Valencia que lo rechazaron, pasando por Ceuta donde se ignoran las buenas prácticas de algunos profesionales locales que sirven de modelo de referencia en otros puntos del país, o nadie sabe para qué sirve y qué es lo que hace el asesor de esta materia en el Centro de Recursos y Profesores de la ciudad.

Sin embargo, y esto es lo milagroso de esta aventura, si el lector tiene la curiosidad de navegar por Internet, se quedará asombrado de la cantidad notable y creciente de actividades educativas interactivas, blogs, experiencias y servidores de materiales que aparecen. ¿Por qué? La respuesta es muy simple: a pesar de la incompetencia de los políticos, una vez más los profesionales de la educación empezaron a salvar el tema, en base al entusiasmo y en menoscabo de sus obligaciones familiares. Más aún, ya antes de aparecer la “Escuela 2.0”, estos medios se estaban introduciendo en la escuela, y de forma gradual va aumentando el número de profesores que lo usan. ¿Todos los docentes a los que iba dirigido la actuación utilizan de forma cotidiana esta tecnología? No, pero la minoría crece, solo es cuestión de tiempo. Lo que no admite discusión es que, independientemente de los errores cometidos, la mera existencia de esos portátiles motivó su empleo entre enseñantes y alumnos. Eliminar de un plumazo el programa porque es del partido rival, y no buscar alternativas para aprovechar y mantener lo que se dispone, supone navegar contra corriente en una sociedad marcada por la comunicación y la globalización, además de un despilfarro de dinero que constituye un insulto para los sufridos contribuyentes a los que tanto se les exige.

b)  El "valor educativo” de la Escuela 2.0 es “cuestionable" y con un “rendimiento inapreciable”, según "estudios" que la secretaria de Estado de Educación no se dignó concretar.

Con estos nuevos argumentos, Montserrat Gomendio se coloca en la misma perspectiva  que los dirigentes del PSOE, que no dudaron en situar al programa como la panacea que iba a salvar las deficiencias del sistema educativo. Como ya expuse en el suplemento de educación del diario El País  del 20 de febrero,  “la tecnología es un complemento, un recurso más, no la tabla de salvación que a veces nos quieren vender. Una clase llena de ordenadores puede ser tan tradicional como otra que no dispone de ellos. Lo que hace falta es formación", medios y tiempo para que las propuestas sean analizadas, aceptadas, interiorizadas y aplicadas por los maestros en las aulas.

Pero aún es más lamentable descalificar el valor y rendimiento de un programa, ley o plan, sin ni siquiera permitirle su implantación y desarrollo. Desgraciadamente, este hecho se ha convertido en algo habitual en la educación de nuestro país, donde los cambios se suceden unos tras otros, cada vez que se alternan en el poder los partidos políticos mayoritarios, sin contar jamás con el pensamiento de los profesionales que van a tener que llevarlos a cabo y sin evaluar los resultados de forma contrastada y científica, generando con ello un caos y una confusión cuyos efectos más tangibles son las elevadas cifras de fracaso escolar y los niveles precarios de resultados académicos de los alumnos en comparación con otros países de nuestro entorno.

La solución para la secretaria de Estado de Educación, y para su partido político, es, como no podía ser de otra forma, otro cambio más y una nueva partida de gasto: un programa de tecnología en las aulas que tendrá una dotación de 41 millones de euros en 2012 y que se impulsará de manera “unificada” en todas las autonomías. Y mientras tanto, usted, yo, su vecino y el resto de españoles que no vivimos de los partidos políticos, seguiremos pagando las ideas maravillosas de estos iluminados, y cuando se nos ocurra protestar, encima tendrán la desfachatez de calificarnos de insolidarios y favorecidos.

No obstante, no van a conseguir que me desanime y que siga luchando por la implantación de las nuevas tecnologías en la enseñanza. Por consiguiente, mis blogs educativos seguirán funcionando, esté en el poder el PP o el PSOE, entre otras cosas porque soy libre, no tengo carné ni aspiro a ningún despacho, y por si fuera poco los hago en mi tiempo libre. Finalmente les invito a visitar estos dos enlaces míos, como simples muestras de lo mucho que están trabajando los profesores en esta materia:

Entradas recientes

Los hijos de Reduan confían en que "allí arriba lo estará disfrutando"

Reduan Ben Zakour, ese hombre que siempre estaba detrás su cámara con una sonrisa de…

01/09/2024

"No tienes ni idea de quien soy": la advertencia de un policía sancionado

La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha desestimado el…

01/09/2024

El debate de los espigones: ¿alargarlos tiene sentido?

¿Alargar los espigones es la solución para frenar, o al menos aminorar, la entrada de…

01/09/2024

Una medalla sin Reduan con nosotros

Dicen tus hijos, Mohamed y Abderrahim, que seguro que estás arriba disfrutando. Dicen tus hijos…

01/09/2024

El debate sobre la inmigración

Ceuta ha tenido protagonismo a nivel nacional esta semana, focalizando de hecho la apertura de…

01/09/2024