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Los jóvenes también quieren hacerse un hueco en el tradicional concurso, uno de ellos es ‘La luz de Belén’ que abre sus puertas en la parroquia de Santa Teresa a FAROTV
El frío, las decoraciones, las tiendas repletas de adornos, el cambio de música en las emisoras indican que la época más esperada por muchos ha llegado. Los religiosos y los que no lo son, todos encontrarán motivos lúdicos y de diversión en estas fechas más allá del arraigo histórico de las mismas. Unas raíces, en general, casi enterradas, a pesar de que vemos nacimientos a doquier y motivos que nos hacen recordarlo. Aunque muchas tradiciones se han perdido, hay otras que perduran, pese a las voces que predicen su extinción. En nuestra ciudad si hay una seña de identidad que se pasa de generación en generación es el Certamen de Villancicos, un evento que nació hace varias décadas a raíz de los grupos de vecinos que empapados de un fuerte sentimiento hacia las fiestas recorrían las casas aledañas cargados con zambombas, panderetas y botellas de anís para cantar villancicos. Unos musicales paseos que se trasladaron al Revellín y con forma de concurso se convirtió en cita obligada y tradicional cada víspera de Nochebuena.
Desde entonces mucho ha llovido, los grupos son casi profesionales, se han incorporado nuevos instrumentos, pero se han desvanecido la mayoría de los grupos participantes y los que todavía perduran aseguran que “seguirán luchando, no sólo por las tradiciones, sino también por la Navidad”. Un ejemplo de ello es el coro ‘La luz de Belén’, que “se mantendrá al pie del cañón” luchando para que permanezca una tradición con la que han crecido y sin la que no conciben estas fechas. Son muy jóvenes; la menor 13, el mayor 16 años; y pese a las críticas que recibe siempre este colectivo por su modas, tendencias y locura, cuando se trata de Navidad, poco cambia. ‘La luz de Belén’ es un grupo de amigos “de toda la vida”, dice su coordinadora, Laura López. Comenzaron en el grupo de la parroquia y allí siguen, con talleres y actividades, pero a partir de septiembre el material de trabajo cambia, y con una guitarra, pandereta, castañuelas y sobre todos sus voces pasan las tardes de los sábados, entre melodías, risas y “algún que otro grito”, confiesa López. “Pero como en todas las familias”. Y esa es una de las grandes finalidades de la Navidad, unir a las familias, dejar de lado las diferencias y ensalzar aquello que realmente merece la pena. Estos 15 chicos son muy jóvenes, pero esos valores los tienen bien grabados, han vivido y crecido con ello, y los reflejan en sus canciones.
Sus letras, renovadas, anuncian la llegada de otra generación que ha crecido con otras modas, en otro tiempo. Nos alejamos del flamenco, de nacimientos y belenes y con ‘La luz de Belén’ nos adentramos en una Navidad del siglo XXI, no sin ello deja de estar cargada de sentimiento, porque esta festividad es atemporal e inerte al paso del tiempo, y más que las fiestas, su sentimiento, y las emociones que despierta. Los componentes del coro confiesan que por variados problemas no han dispuesto de mucho margen para ensayar: “No estamos tan preparados, pero vamos como siempre, con mucha energía”. Presentarán una introducción y dos villancicos: ‘La Navidad llegó’, ‘El sentido de la Navidad’ y ‘Alegría, Alegría’. Con ellos aseguran que “lo darán todo” para conseguir la mayor satisfacción del concurso: “sentir la Navidad”.