Una lección de vida a través del arte, el valor y el sentimiento

Sin alimento uno puede morir de hambre; sin arte, uno muere de aburrimiento. Palabras que nacen del artista Mustapha Ben Lahmar y que ayer pudieron escucharse en el video expuesto en la Biblioteca del Estado, con motivo de la clausura de la exposición de pintura y fotografía,

fruto del trabajo de los alumnos con parálisis cerebral que han participado en los talleres adaptados dentro del Proyecto de Ocio Inclusivo (PROI).
Un video que encierra testimonios, imágenes, trabajo, pero sobre todo amor y lucha. Porque eso es lo que hay detrás de la labor llevada a cabo por los chicos y chicas que han participado en este taller aprendiendo de las enseñanzas del propio Ben Lahmar y del fotógrafo Hamadi Ananou además de las tres promotoras del proyecto: Lola, Ruth y Sandra.
Agustín de Sousa García; Fatima Sohora Mohamed Bennour; Erhimo Chaib Abdeselam; Dina Laaroussi Ruiz; Abderrahim Ben Zakour; Nora Hichou Martah; Amal Bouaiache Amar; Manuel Vallecillo Pérez; Brahim Ahmed Mohamed; Yasser Abgar Amar; y Hufaida Hamido Aafaki han superado con éxito estos talleres. El día de la inauguración de la exposición mostraron su trabajo al delegado del Gobierno, Francisco Antonio González. Ayer, hicieron lo propio con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quien no dudó en calificar dicha labor de “admirable”.
“He asistido a pocas exposiciones o a ninguna de la categoría de ésta, ya no solo por lo artístico  sino por la lección  que nos da al conjunto de la sociedad. Es una obra admirable que se consigue solo a base de dedicación y profesionalidad, de compromiso, de voluntad, cariño y amor”, explicó Vivas a los periodistas.
Tras confesarse emocionado, quizá como la totalidad de asistentes al acto de clausura, entre ellos los periodistas Javier Sakona y José Martín Benítez que han colaborado en el proyecto, el propio Vivas se comprometió a buscar la manera de atender lo que esta gran familia le ha pedido: que ayude de alguna manera para que se pueda dar continuidad al proyecto, para que haya más talleres, para que los componentes del PROI puedan disponer de alguna instalación a modo de centro cultural para que estos chicos y chicas puedan expresar todo lo que son capaces de hacer.
Vergonzoso es conocer que hasta la fecha solo han tenido un mínimo apoyo que no ha llegado a 2.000 euros. Vivas se comprometió a mantener una reunión con los responsables para conseguir que pueda haber más talleres, más exposiciones, más muestras capaces de enternecer los corazones más insensibles.
Y es que hasta ahora los promotores del PROI han salido adelante con fondos europeos, con su propia autofinanciación y contando con la ayuda del Centro de San Antonio que les ha cedido sus instalaciones. Han sacado adelante a duras penas este proyecto echando mano, también, de voluntarios.
“Estoy emocionado después del reportaje y de lo que he visto, ha sido un discurso del compromiso que todos tenemos que hacer desde nuestra responsabilidad para evitar y superar las barreras. Es una manera de poner de manifiesto de forma categórica que las barreras existen porque queremos que existan, porque se pueden eliminar y superar”, confesó Vivas.
“La conjunción del deseo, el sueño, la imaginación, el arte y la actitud dan sus frutos y también el voluntariado”, explicó el presidente de la Ciudad, quien se apresuró a ratificar ante la prensa su compromiso de colaborar con el PROI. “No es una respuesta forzada sino sentida, esto no va a acabar aquí, va a tener continuidad. Habrá que adaptarlo a las posibilidades reales pero va a tener continuidad porque la obra merece la pena”, apuntilló.
Vivas y todos los presentes recibieron ayer una lección. Los participantes de este proyecto han hecho que el resto pueda sentirse persona, pueda enorgullecerse del trabajo, duro, que han llevado a cabo para pintar y fotografiar las piezas que hasta ayer han colgado de las paredes de la Sala Multiusos de la Biblioteca del Estado. “Gracias por habernos dado esta lección”, confesó emocionado el presidente.