Cuando una familia ceutí que acudió al país vecino a pasar sus vacaciones de Semana Santa fue, como de costumbre, a un gran centro comercial a realizar las compras de la semana y al salir por la puerta el responsable de seguridad les mandó pasar a un cuarto donde durante dos horas y media les hicieron esperar porque “nuestra niña cogió un carrito y al darnos cuenta lo queríamos devolver pero nos dijeron que debíamos pagar por él 10 veces su valor y devolverlo como escarmiento”. Ellos pidieron un justificante “por tratarse de un error” al que aseguran se negaron a darles, llamando a la policía “que fueron comprensivos pero nos dijeron que tratáramos de resolverlo porque si íbamos a comisaría nos ficharían y todo se complicaría más”. Finalmente, “gracias a que otro responsable nos conocía porque somos clientes habituales” les retiraron la multa y pagaron el precio real del carrito, valorado en 130 euros “pero no nos dieron un justificante y por supuesto ellos se lo quedaron, algo que nos parece totalmente injusto y denunciable y al menos queremos informar de esta norma a todo el mundo y de que por esta equivocación casi pagamos 1.300 euros”.