Categorías: Opinión

Una deriva que no gusta

Vivimos atrapados en la locura de la desinformación. El ejemplo vivido estos días con la auxiliar de Enfermería ingresada por ébola, a la que ya se encargaron de matar por adelantado algunos medios de comunicación, debería provocar una reflexión común. Esta deriva no gusta.

De medios irresponsables nacen sociedades alocadas, del nefasto manejo de las redes sociales crecen generaciones cuya capacidad de reflexión se reduce a un mensaje en twitter. Al final estamos creando borregos, fácilmente manipulables, capaces de moverse de un lado a otro llevados por una mentira, incapaces de pensar, nulos para el debate. La crisis moral y social existe, sin que haya atisbo alguno de que esto vaya a mejorar. De la otra, de la económica parida y ‘solucionada’ por auténticos sinvergüenzas y ladrones de guante blanco, se nos sacará definitivamente cuando el sistema quiera.
Ser padre, ver a las futuras generaciones moviéndose en una sociedad tan degradada como la que les estamos regalando, asusta. Matamos a Teresa, la auxiliar, por la cara. Publicamos incluso cómo iba a ser su entierro, cuando aún seguía en cama. Empezamos a estigmatizar a los demás hasta el punto de cuestionar la evacuación de un misionero. Nos partimos la cara por un perro mientras nada sentimos por la cantidad de niños africanos que están muriendo en la calle afectados por el virus y cuyos cuerpos nadie recoge. Empieza la psicosis por el primer caso de ébola en España que no llegó saltando la valla, pero han pasado años en los que nos ha importado nada y menos que África se estuviera desangrando sin que las potencias, los organismos, los foros que solo sirven para gestionar y gastar dinero, se preocuparan de parar lo que ahora se nos viene encima.
La desinformación, la falta de valores, los radicalismos se hacen fuertes en una sociedad que pronto verá con buenos ojos determinadas actitudes que en la Historia reciente eran estudiadas como los peores vicios de la humanidad. Hoy aceptaremos medidas aberrantes con tal de que no nos salpique el problema, hoy ya es debate el porqué trajimos a España a un ‘viejo misionero’ enfermo de ébola. Nadie se plantea que quizá el problema haya estado en transformarnos en un país frío, muerto, sin valor alguno, que solo habla del tercer mundo cuando deja la limosna hipócrita en la misa del domingo o cuando apadrina a un niño para tenerlo fotografiado en un cuadro que pondrá en la estantería del salón para decirle a sus invitados de cena de sábado lo buena persona que se es pagando una limosna mensual que luego, eso sí, desgrava.
Esta deriva no me gusta. Esta sociedad que nos atrapa me repugna. Esa ambición desmedida que nos hace olvidar que todos tenemos día y hora para morir y que este mundo solo es un paso más, me asusta. ¿En qué nos estamos convirtiendo?, ¿seremos capaces de reflexionar y hallar la respuesta? O ya ni de eso somos capaces.

Entradas recientes

Moda Casual y mascotas protagonizan el desfile de este miércoles

La Semana del Comercio continúa con sus desfiles para promocionar el comercio local, En esta…

09/10/2024

Cómo planificar el futuro del urbanismo a través de la ley de suelo

Repensar las reglas del juego para construir el urbanismo futuro de Ceuta. Es la propuesta…

09/10/2024

La Policía Nacional celebra los Ángeles Custodios

La Jefatura Superior de la Policía Nacional de Ceuta ha celebrado en la tarde de…

09/10/2024

La Policía Nacional se viste de gala para conmemorar a su patrón

La iglesia de los Remedios ha acogido esta tarde la solemne misa en conmemoración a…

09/10/2024

Alumnos de 2º Bachillerato convocan huelga y concentración el viernes

Los alumnos de 2º de Bachillerato de Ceuta han convocado una jornada de huelga y…

09/10/2024

Los ceutíes, los que viven menos años en todo el país

Ceuta y Melilla se sitúan como las regiones españolas con menor esperanza de vida según…

09/10/2024