Es uno de los temas que desde hace meses vienen trabajando de manera conjunta tanto la Delegación del Gobierno como la Ciudad Autónoma y desde el departamento ministerial se prepara toda la documentación necesaria para que sea Bruselas quien rectifique la instrucción que en su momento se vio obligada a emitir el departamento ministerial español.
Funcionario
En la propia Mesa por la Economía de hace unos días ya se indicó que se estaban realizando estas gestiones ante el Ministerio de Sanidad y ante la Representación Permanente Española ante la Unión Europea, donde hay un funcionario dedicado específicamente a los asuntos de Ceuta y Melilla para que se solucione este problema.
Los contactos con la Representación Española se deben a que cuando el Ministerio de Sanidad prepare toda la documentación, la misma se enviará a la 'embajada' española ante la Unión Europea para que se entregue inmediatamente. A partir de ahí se considera que la decisión de levantar este veto no debería tardar mucho.
Después de las malas experiencias de empresas que se sustentaban en la exportación de productos de origen animal, por lo visto, si se da luz verde desde Bruselas existirían empresas conserveras que estarían dispuestas a instalarse en nuestra ciudad, atraídas por las ventajas fiscales que existen.
El Defensor del Pueblo también se interesó
La Oficina del Defensor del Pueblo reiteró en su informe anual correspondiente a 2011 que continúa haciendo gestiones para que la Comisión Europea inicie un procedimiento de autorización para la exportación de productos de origen animal de Ceuta y Melilla. Según se indica en la memoria de este organismo, el Defensor del Pueblo se interesó por este asunto a raíz de la queja de un empresario de Melilla, dedicado a la depuración de moluscos y su exportación a países europeos, que ejercía dicha actividad, con todos los permisos y autorizaciones pertinentes desde el año 2006.
Sin embargo, el 19 de noviembre de 2008 la Dirección General de Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad dictó una instrucción restringiendo el paso de las mercancías de origen animal desde Melilla (y también Ceuta) a la Unión Europea, lo que obligó a este empresario a tener que cesar su actividad al tratar a Melilla como su fuera un país ajeno a la propia Unión Europea.
Esta instrucción se dictó en respuesta a los requerimientos de la Comisión Europea que, desde finales de 2004 había denunciado en varias ocasiones irregularidades en relación con el comercio de origen animal entre ambas ciudades y el resto de la Unión Europea.
Una situación que también provocó en nuestra ciudad el cierre de Alice, la empresa que desde comienzos de la década de los 2000 había comenzado con gran capacidad todas sus gestiones de productos lácteos.