“Una buena cantante tiene que conectar siempre con el público”

Acaba de cumplir veinte años sobre los escenarios pero conserva la misma ilusión que el primer día, lo cual siempre resulta una receta mágica para el que se precie de ser un buen artista. Las ganas de superación y el deseo de aprender mantienen siempre al día a una artista bautizada como “Saray” que es un producto de esta tierra.
Un 4 de diciembre de 1990 decidió emprender su actividad profesional como cantante tras acudir a una fiesta de Santa Bárbara en la fortaleza del Hacho. Allí interpretó “Veintidós abriles tengo” y “Por la luz de tus ojos”, repitiendo la experiencia unos días después en una escala en hi-fi en el Instituto Almina.
Aunque se inició con veintisiete años -dice que primero fundó su familia y luego cantó, es decir, al contrario de lo que se suele hacer- esta ceutí todavía tiene las mismas ganas de entregarse al público, lo cual considera fundamental.
Esta misma semana estrenará el espectáculo “Navidad andalusí” junto a la orquesta Al-Andalus y la academia de baile “Jara” en lo que supone un proyecto más cumplido en una larga y fructífera trayectoria profesional.

–Aunque te lo habrán preguntado mil veces ¿Por qué te bautizas artísticamente como Saray?
–Desde pequeña escuchaba el dúo de “Las Grecas” y una de ellas tenía una niña pequeña que se llamaba Saray, lo cual siempre se me quedó grabado. Cuando empecé a cantar me acordé de ese nombre y decidí ponérmelo para mis actuaciones.
–¿Había tradición en tu familia por este arte?
–Tengo un par de parientes de mi padre como Dolores Pérez, que logró varios premios de saeta, y Antonio Quero que se dedicaban profesionalmente a esto pero la verdad es que me he criado sin tener referencias en mi familia, es decir, soy artista por vocación, por lo que creo que nací con el gusanillo de cantar.
–¿Cuándo notas que te apasiona la música?
–Cuando tenía once años me dio por cantar una canción en francés que había ganado el Festival de Eurovisión y que me la escribió un compañero nativo de Francia y a partir de ahí empecé a aficionarme porque la gente que me escuchaba cantando me hacían bastante caso, lo cual me animó.
–¿Recuerdas tu primera actuación en serio?
-Fue el 4 de diciembre de 1990 con motivo de la festividad de Santa Bárbara en una fiesta en el Monte Hacho donde me llevé a toda mi familia. Interpreté dos temas como “Veintidós abriles tengo” y “Por la luz de tus ojos” y recibí mucho calor del público.
–Y a partir de ahí ...
–Unos días después repetí el mismo repertorio en una escala en hi-fi en el Instituto Almina donde volví a estar arropada de los míos y ya me aficioné por completo.
–¿Por qué te inicias de una forma tan tardía?
–Estaba casada y con dos hijos, tenía veintisiete años y he ido al revés que los demás pero no es algo que me importe. Mi familia y mis vecinos me apoyaron mucho porque se sorprendían de que alguien como yo que era tan tímida llegara a interpretar sobre el escenario. Alguien me dijo que la canción era una droga y todavía no me he quitado esa droga de encima, por lo que me siento muy orgullosa.
–¿Hubieras podido llegar más lejos de haber comenzado unos años antes?
–Nunca se sabe, quizás si hubiera tenido algún referente en mi entorno podría haberme aficionado antes pero son cosas de la vida y hay que aceptarlo como vienen, aunque me considero un poco especial por ese motivo.
–¿Qué te hizo seguir adelante?
–Ver la respuesta del público en mis primeras actuaciones porque todo el mundo me ovacionó y les impresionaba bastante, sobre todo porque suelo ser tímida y no asociaban que fuera capaz de subirme al escenario y tener luego tanto descaro.
–¿Fueron complicados esos inicios?
–Como todos, me puse en contacto con los compañeros de la Tertulia Flamenca porque te sueles arrimar a las personas que se dedican al cante y acepté buenos consejos. A partir de ahí, tuve la suerte de que la Consejería de Festejos me contrata desde el año 1.994 y desarrollé muchos proyectos por todos los sitios, incluso fuí al programa “Pasa la vida” de María Teresa Campos pero fue algo puntual porque no digo que hubiese sido famosa porque reconozco mis limitaciones.
–¿Es difícil “ganarse la vida” artísticamente en esta ciudad?
–Es muy complicado y por eso es importante no ponerte metas muy altas porque luego llegan las frustraciones. Hay que luchar mucho y ser muy constante porque nadie te abre las puertas por tu cara bonita, por lo que te tienes que mover mucho.
–¿Cuáles fueron tus principales armas para abrirte paso en este mundillo?
–La forma de interpretar porque era lo que más le gustaba al público. Hay que tener en cuenta que un buen artista tiene que conectar siempre con la gente y siempre he tenido una conexión muy directa.
–¿Cómo te las arreglas para ensayar los temas ante la falta de un local adecuado?
–Es otro inconveniente pero, por suerte, los playback podemos ensayarlos en casa. Por este motivo, siempre tengo por costumbre que alguien conocido de algún grupo de música o de la empresa de sonido como Manolo Alba me han permitido familiarizarme con el sonido unos días antes de la actuación. Cuando le coges el tono al playback luego lo ensayas las veces que quieras en tu casa.
–¿Crees que tiene más mérito preparar algo de esta forma?
–Sí, por lo cual también hay que valorar la actitud del público porque las entidades te contratan en la medida de sus posibilidades. Afortunadamente, estoy muy contenta del apoyo de la Consejería de Cultura así como del área de Festejos pero lo cierto es que nunca nos dan el valor que merecemos, de ahí que nadie es profeta en su tierra.
–¿Qué es lo que te ayuda a levantar la cabeza en los momentos malos?
–Soy positiva y eso es muy importante porque me puedo venir abajo pero pronto me recupero ya que tengo mucha fuerza de voluntad y la ilusión no se debe perder nunca. Mi familia  y mis hijos me dan mucha fuerza y esa base es fundamental.
–¿Por qué la canción española y no otro género?
–La copla es muy sentida y me gusta mucho transmitir, aunque también me encantan las baladas y otro tipo de temas de estas características.
–¿Qué artistas has tenido como referente?
–Muchos porque cada uno aporta de lo suyo al panorama artístico. Siempre me ha gustado Isabel Pantoja, que es mi delirio, así como Marifé de Triana o Rocío Jurado, que era un pedazo de artista. Cada una, con su personalidad, ha sido importante.
–¿Cuál es tu sello propio?
–El hecho de transmitir al público, ya sea una copla o una balada, es decir, tengo esa virtud de conectar con los que vienen a mi actuación, lo cual me ha dicho la gente.
–¿Cómo ves el panorama artístico a nivel local?
–Todo el mundo tiene cabida pero yo empecé con muchas dificultades, sigo teniéndolas, pero a todos no se nos trata de la misma manera, es decir, los que acaban de incorporarse se lucran del trabajo de los que llevamos muchos años. Yo reconozco que ahora existen más facilidades que hace veinte años, lo cual comprendo, pero no se puede tratar a todos por igual sin tener en cuenta algunos aspectos, por lo que los nuevos deberían trabajar más y no ir a remolque.
–¿Cómo crees que estás consideradas?
–Como una buena artista y, sobre todo, como una buena persona porque ambas cosas deben ir unidas. Si no conectas con el público no vas a ningún lado porque siempre hay que tener humildad y sencillez.
–El martes estrenas “Navidad Andalusí” ¿Cómo surge este proyecto?
–Hace un año el guitarrista Miguel de Santiago me dijo de hacer algo con un grupo árabe de Tánger y un músico local y acepté porque no le digo no a nada de lo que me pueda enriquecer artísticamente. Empezamos a ensayar en noviembre del año pasado siendo una fusión de árabe y castellano. Actuamos en La Sala pero quedó ahí aparcado pero ahora lo hemos retomado.
–¿Por qué vuelves a poner en marcha esta iniciativa?
–A raíz de que la Consejería de Cultura nos dijera esa posibilidad de hacer algo nuevo, por lo que escuchar a marroquíes cantar villancicos en español es llamativo. Han sido muchas horas de ensayo con la dificultad de ser de Tánger y tener problemas de desplazamiento así como comprensión del idioma ya que sólo uno de los seis habla español.
–¿Algo que agradecer?
–Sí, el apoyo de la Consejería de Cultura desde el año 1999, el de Festejos, con los que trabajo en recitales desde el 1994, y de los que han confiado en mí ya que sin ellos hace tiempo que me habría marchado.