No era desde luego una obra fácil la de la nueva biblioteca. Y es que no solamente los autores del proyecto debían poner allí su sello, sino que además debían integrar en el mismo el hallazgo arqueológico de Huerta Rufino.
Un total de seis pisos recubierto en su exterior por una gran malla, pero los arquitectos han querido crear una infraestructura con una amplia luminosidad y lo cierto es que lo han logrado.
Un hallazgo arqueológico incrustado que afecta a las tres primeras plantas del complejo. Dos entrada, la principal por la calle Alcalde Manuel Olivencia y una trasera a la altura del complejo polideportivo Guillermo Molina Ríos. La planta baja lleva consigo una espectacular visión del hallazgo arqueológico y seguramente como lugar de interpretación del mismo para las distintas visitas y se aloja igualmente la sala de usos múltiples para un total de unas noventa personas.
La hemeroteca se ubicará en la planta primera, donde se situarán todas las cabeceras con las que cuenta la actual Biblioteca Municipal. Y desde estas sala se observa igualmente de fondo la estructura arqueológica. Zona divididas perfectamente para el área infantil en la segunda planta o el área juvenil en las superiores.
A partir de la tercera y de la cuarta es donde nos encontramos con las salas propiamente dichas que describen normalmente una biblioteca, con las áreas de fondo local y fondo general, las sala de estudio, la amplia sala de lectura e incluso lugares habilitados para los trabajos de grupo. Sin olvidar luego en la quinta un espacio destinado especialmente para los investigadores y que es un balcón desde el que se observa la gran sala de lectura y de estudio. Y la sexta es el lugar destinado a la Dirección del complejo, sala de reuniones y almacén destinado al archivo.
Además cuenta con los máximos adelantos tecnológicos y varios centenares de conexiones a Internet para las personas que acudan al lugar.
Al igual que sucedió el día anterior con las obras del campus universitario, donde el rector de la UNED destacó que el complejo debía convertirse en un lugar de foco educacional y cultural destinado a todos los ceutíes, lo mismo sucederá en el futuro con la Biblioteca Pública, que será gestionada por la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Una infraestructura que ha contado con la inestimable colaboración de los responsables de la Biblioteca Municipal, que han asesorado a los arquitectos redactores del proyecto y donde todas sus recomendaciones han sido aceptadas, aunque ello haya supuesto algunos cambios en las ideas originales con las que los autores habían concebido esta inversión
Grandes salas y una luz importante
Hay tres aspectos esenciales que pueden definir la nueva infraestructura cultural: en primer lugar, las grandes salas y, por supuesto, que sería la segunda, los grandes ventanales que aportan una luz natural, algo clave en un lugar de estas características. Además no podemos dejar de lado la gran integración que se ha realizado con el hallazgo arqueológico y, desde luego, la separación perfecta que existe para todas las edades.
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