Un teniente, un sargento y dos guardias declararán hoy por el 6-F

Un teniente, un sargento y dos guardias civiles están llamados a declarar en calidad de imputados ante la magistrada titular del juzgado número 6 que instruye la causa abierta tras la muerte de 15 subsaharianos en su intento por llegar a las costas españolas.

Las declaraciones comenzarán a las 9.00 horas y está previsto que la última comience a las doce, de acuerdo con las citaciones contenidas en la providencia dictada por la magistrada el pasado 10 de febrero. Los agentes citados son aquellos que tuvieron relación con el lanzamiento de material antidisturbio en la mañana del 6 de febrero. Forman parte del grupo de 16 componentes del Instituto Armado cuyas testificales se incluyen en el atestado que realizó un miembro de la Policía Judicial para concretar el papel que tuvo cada agente en lo que terminó siendo una de las mayores tragedias migratorias ocurrida en zona fronteriza. Los cuatro componentes de la Benemérita declararán en presencia de su señoría, el Ministerio Fiscal y los letrados que representan los intereses de las oenegés que se han personado como Acusación en este caso. A las de hoy se sumarán las declaraciones previstas para el martes y miércoles próximos con los que, en principio, se terminará el ‘paseíllo’ de guardias civiles por el juzgado. Al menos de momento. Porque los letrados de la Acusación no descartan solicitar a la jueza que se cite a más componentes del Instituto Armado una vez terminen las declaraciones previstas. El juzgado número 6 pretende aclarar si las actuaciones de estos guardias civiles y el uso que hicieron de las pelotas de goma pudieron influir en la muerte de los inmigrantes. De momento pocas novedades se están produciendo, ya que los agentes que han prestado declaración se han ceñido a ratificarse en lo recogido en el atestado de la Guardia Civil o a aportar, como fue el caso del capitán de la Compañía Rural de Seguridad que estaba al mando del operativo, algunas matizaciones. De los 16 miembros imputados, solo 4 pertenecen a la Comandancia de Ceuta, ya que el resto está adscrito a los Grupos Rurales de Seguridad procedentes de Sevilla. En torno a este proceso judicial, se han conocido las tesis de ambas partes, radicalmente enfrentadas entre sí. Las oenegés quieren conocer más datos para aclarar si el lanzamiento del material pudo haber ayudado a generar un clima de tensión y miedo de tal calado que terminó por causar las muertes de los subsaharianos ahogados. Un planteamiento que nada tiene que ver con el que hasta la fecha se ha defendido por parte de la propia Guardia Civil y del Ministerio. Insisten en que las muertes se produjeron por aplastamiento en el intento a la desesperada por cruzar el espigón del Tarajal. Las autopsias realizadas a los cinco cadáveres que fueron recuperados en las costas ceutíes no muestran golpes producidos por impacto de pelotas de goma o de objetos similares. Lo que no se conoce el resultado oficial de las autopsias que se hicieron a los cadáveres que quedaron en suelo marroquí porque aún no se ha atendido la comisión rogatoria a Marruecos.

Las claves sobre lo que ocurrió aquella madrugada

El atestado presentado por la Guardia Civil en el juzgado, que recoge las manifestaciones de los agentes que estuvieron de una u otra manera relacionados con el episodio del 6-F, se fundamenta en dos claves. La primera: negar que se produjeran lanzamiento de material antidisturbio directamente hacia los inmigrantes. Se mantiene que ese lanzamiento se llevó a cabo siguiendo los protocolos establecidos. La segunda: negar que los 23 subsaharianos que llegaron hasta Tarajal fueron objeto de una devolución en caliente. Se mantiene que se actuó como siempre se ha hecho y que esos subsaharianos nunca entraron en Ceuta.