Un porteador es apuñalado y otro cae 5 metros desde un muro en las naves

El accidentado, pese a la altura, quedó estabilizado pero el pronóstico de quien sufrió los navajazos era grave al cierre de esta edición.

Los polígonos del Tarajal superaron la superstición del martes 13, pero la caída de un porteador desde un muro de cinco metros de altura, frente al puente del Biutz, quebró la tensa calma que reinaba ayer sobre las 9:30. Hora y media después, el apuñalamiento de otro camalo en la explanada que antecede a la puerta principal del recinto industrial terminó de alterar la jornada de fardos y carreras. Los ánimos estaban menos exaltados que de costumbre, admitieron los comerciantes, “aunque en las naves nunca se sabe qué puede encender la mecha”. La ristra de heridos que dejó ayer el comercio atípico entre España y Marruecos extendió cierta preocupación por el temor de que hubiesen muerto.

Ingesa alertó ayer de tres marroquíes damnificados por la violencia y la temeridad que rodea el tránsito de bultos: S.R., varón de 17 años “con contusión en la boca”; M.E.B., otro varón de 34 años, y lesiones por “arma blanca en el tórax y el abdomen”; y O.A.F., también hombre de 26 años, atendido por “ansiedad y dificultad respiratoria”. Los dos primeros, según Ingesa al cierre de esta edición, quedaron ingresados en el Hospital. El tercer paciente apareció tendido a las puertas de las naves al caer en una avalancha pero no fue hospitalizado. La noche anterior, otro porteador fue apuñalado en las nalgas.
El precipitado, según narraron los presentes, pretendía saltar para colarse en las naves en los aledaños del Biutz y agenciarse así un bulto sin guardar turno en la fila de hombres. Antes que él, otros dos o tres porteadores lo intentaron con éxito, relataron los mismos testigos. Estos individuos se apoyaron sobre el muro original en el que, con posterioridad, se levantaron alrededor de dos metros más, precisamente, para evitar estos asaltos al Biutz. Este marroquí sufrió politraumatismos, fractura de mandíbula y varias costillas rotas pero se encontraba estable.
El apuñalado fue abatido fuera de los polígonos y, pese a la rápida intervención de los policías sobre el terreno, ningún cuerpo de seguridad había efectuado detenciones por estos hechos al cierre de esta edición. Los propios empresarios valoraron que resulta complicado identificar al autor de los navajazos cuando los porteadores recorren los polígonos en tropel y cualquiera puede pasar desapercibido en un tumulto tras asestar unas puñaladas. Este paciente tenía afectada la cápsula renal y, según el último parte al que tuvo acceso este periódico, su pronóstico era grave y esperaban la decisión de los urólogos.
Un comerciante denunció ayer de forma pública que todos se siente “acorralados” en sus negocios por las avalanchas y otros actos violentos. Por este motivo, solicitó a las autoridades competentes que busquen una solución “ahora que estamos a tiempo porque pronto puede ocurrir una desgracia”. “El Gobierno tiene todos los instrumentos en sus manos para frenar el ‘efecto llamada’ y si no, que cierre el Biutz”, sentenció.
Por su parte, Francisco Antonio González, delegado del Gobierno en Ceuta, en declaraciones a la Cadena Ser, destacó que en la provincia de Tetuán se produjo un “empadronamiento brutal” de modo que en la actualidad cruzan la frontera 30.000 personas cuando antes eran 12.000. Sobre el nuevo paso Tarajal II, avanzó que “tardará semanas en abrirse, no será mucho” porque “Marruecos tuvo que ejecutar obras no hechas”. En cuanto a la invasión nocturna al recinto, señaló que los comerciantes “tienen que poner medios para que nadie entre” en los polígonos “como recinto privado que es”.