Agentes de la Policía Nacional han vuelto a ser víctimas de la violencia callejera, en esta ocasión a manos de varios individuos que apedrearon el zeta en el que patrullaban por la zona del Príncipe, una práctica que ya viene siendo más que habitual y que ahora se ha saldado con un funcionario herido.
Los hechos se desarrollaron el pasado viernes sobre mediodía en los alrededores del Príncipe Alfonso cuando el vehículo de la Policía Nacional circulaba por la zona. Fue el momento en que aprovecharon unos individuos para comenzar un apedreamiento que alcanzó varias partes del vehículo, incluyendo una de las ventanillas. Como consecuencia del impacto, el cristal se resquebrajó alcanzando a uno de los agentes que sufrió varios cortes en frente y cejas, por lo que tuvo que ser atendido por los servicios médicos de urgencia.
Aunque la Policía Nacional no ha podido confirmar la identidad de los agresores, al parecer podría tratarse de menores, ya que de un tiempo a esta parte, grupos de jóvenes se ‘entretienen’ apedreando tanto a agentes de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como a efectivos de Bomberos y de los servicios médicos del 061.
Este suceso viene a sumarse a la larga lista de agresiones a agentes policiales que, tal y como ya adelantó este medio hace una semana, asciende a 35 entre 2007 y 2009. En lo que llevamos de año, ya son ocho el número de casos contabilizados, dándose además la circunstancia de que algunos de estos actos violentos se producen cuando el policía se encuentra fuera de servicio. Es precisamente el caso del último funcionario agredido por tres individuos que le propinaron una paliza en el Poblado Marinero, provocándole una fractura en la mano y una contractura muscular en la espalda. Precisamente, la venganza rige este tipo de acciones entre los delincuentes que aprovechan la ocasión propicia para ensañarse con los policías, ya que, en este caso concreto, el agente agredido, había detenido con anterioridad a dos de sus atacantes. Uno de ellos, conocido como ‘Yibilo’ fue tiroteado unas semanas después de haber, supuestamente, agredido a este funcionario. Otro de ellos, que responde a las iniciales A. H. P. ha sido recientemente detenido por conducir un vehículo sin permiso de circulación.
Penas de prisión
Tal y como ya adelantó este medio, las agresiones a agentes de la Policía contemplan penas mayores que la misma acción contra un civil. En el primero de los casos se establecen entre uno y tres años de prisión, que pueden incluso llegar a seis, mientras que en el segundo las penas se limitan a condenas de hasta cinco años en los casos más graves.
Cabe destacar, además, que el lanzamiento de piedras contra efectivos policiales se consideraría un agravante para la pena, según recoge la legislación.