Se está analizando en Madrid, de lo que se encuentre se derivará si hay o no conexiones radicales.
La Guardia Civil centra todas sus investigaciones en acertar a la hora de poner la etiqueta debida al zulo encontrado en un descampado de García Aldave. Porque hay dos opciones, aunque ambas giran en torno a la delincuencia. Una: que el lote encontrado tenga como dueños a mafiosos pistoleros o que se haya dado el paso a grupos extremistas. Las armas, la gran cantidad de cuchillos encontrados, los más de 800 cartuchos de munición de todos los calibres... pero sobre todo y entre todo lo encontrado una cosa: un pen drive.
Los expertos en Madrid investigan y analizan todo desde el primer momento en que Ceuta informó de lo encontrado y tuvieron que actuar los servicios centrales al haber posibilidades de que el zulo tuviera conexión con el DAESH. ¿Qué hay en ese dispositivo USB? Responder a eso es lo prioritario para llegar a las conclusiones que hagan orientar las investigaciones en uno u otro camino.
Nada se descarta. Ya El Faro lo contó desde el mismo día en que adelantó la noticia de la intervención de los Servicios de Información de la Guardia Civil. Es un operativo “extremadamente delicado”, contaba este medio. Ha sido el Ministerio de Interior el que ha ido dosificando los datos que, con el operativo en caliente, no podían contarse para no entorpecer las investigaciones.
Los especialistas del Servicio de Información de la Guardia Civil buscan datos para rastrear la historia de lo encontrado, pero también para saber el tiempo que llevaba ese zulo operativo y a quien ha podido servir. Interior avanzó anoche que se trabaja en la búsqueda de “la identidad de sus autores, o bien la existencia de posibles vinculaciones con otras personas o redes de apoyo a grupos terroristas en España o en otros países”. De confirmarse que el material encontrado por la Benemérita tiene vinculaciones con grupos radicales, se estaría hablando del primer zulo encontrado en España con ocultación de material del DAESH, aunque nada en concreto está confirmado. Puede ser o no. Hasta se puede pretender dar a entender lo que no es.
Las investigaciones se llevan desde Madrid pero los agentes en Ceuta no paran, porque son los componentes del Servicio de Información de la Comandancia los que han iniciado este operativo y los que siguen tirando del hilo.
Hay un dato que permanece en la memoria de los agentes tanto de la Benemérita como de otras fuerzas de seguridad. Se lleva tiempo investigando la presencia de armas en Ceuta, se sabe que existen, que están ocultas y que en las operaciones contra la delincuencia y el terrorismo no se habían encontrado.
Lo que escondía el depósito de García Aldave, al detalle
Los agentes del Servicio de Información que hallaron el zulo en García Aldave, en un lugar por el que habrán pasado cientos de parejas buscando intimidad, se toparon con algo más que armas en el zulo que había sido enterrado en pleno descampado, próximo al mirador de Benzú. Un lugar, por cierto, en el que hace unos años la misma Benemérita halló enterrada otra pistola y dio con un avión de pequeñas dimensiones usada para el tráfico de hachís. Pues bien, ese algo más fue difundido al detalle ayer por el Ministerio del Interior, en un comunicado que viene a confirmar todo lo que en estos días ha informado y adelantado El Faro. Los dos subfusiles son ametralladoras Scorpion calibre 7,65 milímetros; de las cuatro pistolas hay una Taurus calibre 9 milímetros parabelum, una Checa RK59 calibre 9 milímetros corto, otra del calibre 6,35 milímetros y una cuarta de airsoft modificada para uso con munición real. A todo esto se suma bolsas y bolsas con munición de diferentes calibres (hasta 800 cartuchos), 10 armas blancas de diferente tipo (algunos cuchillos de grandes dimensiones), el pañuelo tipo artesanal con simbología del Daesh y el dispositivo de almacenamiento USB. El material, que está en Madrid desde el momento en que fue encontrado, está siendo analizado por agentes de la Guardia Civil bajo la coordinación del Juzgado Central de Instrucción, Número 5, y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. El zulo estaba en perfecto estado de conservación, al igual que el material encontrado.
