La oleada de robos contra el gremio continúa con dos nuevos asaltos. La oleada de robos contra los taxistas continúa y se ha intensificado durante la semana de Fiestas Patronales. Ya van tres en menos de una semana y nueve desde el 11 de julio, cuando comenzaron a detectarse este tipo de robos coincidiendo con la final del Mundial de Sudáfrica. El último fue ayer a las 7.00 horas, siguiendo el mismo sistema que hasta ahora: los menores toman el automóvil en un punto cualquiera de la ciudad, en este caso la Gran Vía, y piden carrera hasta el Príncipe, allí lo asaltan. En la mayor parte de los casos, uno de los tres menores inmoviliza por el cuello al taxista y el resto rebusca entre las pertenencias. Algunas fuentes señalaron que en esta ocasión se utiliz´ó un cordón y un mayor grado de violencia. Según informó el vicepresidente de la Asociación de Usuarios del Taxi, José Luis Mercado, el hombre tuvo que acudir al Hospital Universitario del Ingesa tras sufrir un ataque de ansiedad motivado por el asalto. El pasado miércoles también se produjo otro robo. Esta vez se situó durante la tarde, a las 19.00 horas, y el afectado fue el taxi número 28. La Policía Nacional ya cuenta con la identificación de uno de los tres menores que, se cree, han perpetrado la mayor parte de los robos. Según pudo saber este periódico, J.G., el taxista atracado en la madrugada del pasado martes, volvió a pasar ayer un reconocimiento fotográfico para ver si también se podía identificar a los otros dos adolescentes. El menor que cuenta ya con rostro es el más corpulento de los tres y el que ejecuta la maniobra de inmovilización desde detrás del conductor. Uno de los taxistas atracados señaló la posibilidad de instalar mamparas de protección que aíslen al conductor de los clientes. Una medida de seguridad que no guarda demasiada unanimidad entre el colectivo de taxistas. El propio Mercado se situó en contra: “A mí no me convence, da muchos problemas. En otros sitios donde se ha aplicado, hay muchas quejas de los conductores y ya los están quitando”. Según comentó el vicepresidente de la asociación poner más controles de carretera en puntos conflictivos sería una alternativa.
“Pagan justos por pecadores” Existe malestar y preocupación entre los taxistas porque se saben ya “objetivo” de un grupo que los considera vulnerables. “Van a pagar justos por pecadores”, decía ayer un conductor que se piensa ahora dos veces aceptar una carrera para el Príncipe. Otros hablan de sensación de “inseguridad”, aunque “tampoco miedo”, dicen. Afirman que es la peor oleada de atracos que han sufrido en su historia y piden que las autoridades actúen ya: “Prácticamente ya son todos los días, tememos que nos va a tocar”.