Un montañero ceutí fallece al despeñarse en un monte marroquí

Un trabajador de la Sociedad Municipal de Fomento (Procesa), Jesús Reyes Naranjo, de cuarenta y seis años de edad, falleció a media tarde del sábado cuando junto con otro grupo de ceutíes que habían acudido de vacaciones a Marruecos, concretamente a las cercanías de Marrakech, escalaba el monte Toubkal, de más de cuatro mil metros de altitud. Según ha podido conocer esta redacción de fuentes oficiales, el suceso se produjo alrededor de las dos de la tarde hora marroquí, cuando el grupo compuesto por unas ocho personas se disponía a llegar hasta la cima de la montaña, desde donde se divisan unas magníficas vistas, pero que es peligro en época invernal tanto por la nieve como por la fuerte ventisca que se produce en la cumbre a medida que se avanza.
La expedición había partido unas horas antes desde el refugio que se encuentra a unos dos mil metros de altura y donde habían pasado la noche. A medida que subían las condiciones meteorológicas se fueron haciendo más difícil y de pronto uno de los miembros de la expedición se dio cuenta que falta Jesús Reyes.
Rápidamente se organizó su búsqueda, porque todo al parecer es que había resbalado por el hielo y se había despeñado. Dado que no lo encontraban, no les quedó más remedio que bajar hasta el albergue y solicitar la ayuda de unos montañeros franceses que allí se encontraba y que solícitamente se ofrecieron para participar en las labores de rescate.
Unas labores que por supuesto no fueron nada fáciles, dado que las condiciones no ayudaban y la noche se echaba encima. Sin embargo, a las tres o cuatro horas se avistó el cadáver y se puso el marcha el operativo que permitió recuperar el cuerpo. Todas las previsiones apuntan a que había fallecido en el acto.
Tanto los montañeros ceutíes como los franceses emprendieron el camino de regreso y le llevaron hasta el primer pueblo, donde encontraron una funeraria y que se encuentra a cinco horas de donde se produjo el trágico accidente.
El camino de regreso fue un verdadero martirio, porque lo que se había planeado y así se llevaba preparando desde hacia semanas para pasar unos días practicando uno de sus deportes favoritos se había convertido en una tragedia sin precedentes.
El silencio y las lágrimas se conviertieron en compañeros de los ocho montañeros ceutíes, todos ellos deportistas consumados y que por supuesto llevan muchas horas de experiencia a sus espaldas, pero ya saben los especialistas que la montaña es traicionera y que en un momento de descuido se puede caer en una trampa mortal como le sucedió a Jesús Reyes.
Una expedición que había partido de nuestra ciudad el mismo miércoles por la tarde con la intención de culminar el ascenso a la cumbre durante la jornada del sábado y emprender el mismo domingo el regreso a nuestra ciudad, un regreso que desde luego ahora será muy diferente.
La organización había corrido a cargo de una empresa que tiene experiencia en este tipo de viajes de aventura y llevaban todos los permidos oportunos para la realización de estas actividades.
Ha sido la mala suerte la que ha llevado a la muerte de Jesús Reyes cuando se disponía a culminar una de las aventuras de su vida.

Una noche desde luego para olvidar

En la práctica los compañeros de Jesús Reyes que habían partido con él para participar en unas jornadas de asueto practicando una de sus actividades deportivas que más le gustaban se encuentra prácticamente rotos, como no podía ser de otra manera.
No pudieron pegar ojo en todo la noche, dándole vueltas a lo sucedido y prefiriendo estar lo más cerca posible del cuerpo de Jesús en ese primer pueblo de la cordillera, donde ya habían intervenido las autoridades marroquíes. Las primeras gestiones fueron llamar a Ceuta para que la noticia la supiera su esposa. Horas que pasan interminablemente hasta que con el amanecer fueron llamados a declarar por la Policía marroquí para que contaran todos los detalles que habían sucedido al respecto. Fuentes oficiales han señalado a esta redacción que el comportamiento de los agentes marroquíes fueron en todo momento de gran ayuda y solidaridad. ‘El Faro’ pudo hablar con alguno de los miembros de la expedición a mediodía de ha jornada de ayer domingo, pero declinaron realizar cualquier tipo de declaraciones, haciéndonos entender como se encontraban por lo que había sucedido a su compañero Jesús y pidiendo disculpas por anticipado. Asimismo cabe destacar el comportamiento de los miembros del Club Alpino francés que es la base desde donde se inician todas las expediciones para escalar esta montaña, la más alta del Atlas marroquí y que lleva a muchos alpinistas.

El Toubkal es la cima más alta del Norte de África y está cerca de Marrakech

Los amantes del montañismo disfrutan de esta intensa ascensión hasta la cima del Djebel Toubkal. Un hermoso recorrido teniendo como marco las imponentes montañas del Alto Atlas. Pasan por pueblos bereberes y disfrutan de los bellos paisajes que ofrece esta región de Marruecos.
El Toubkal, con 4.167 m, es la cumbre más alta del norte de África y está situada en el Alto Atlas, junto a otras cumbres de más de cuatro mil metros como el Ras o el Timesguida.
Situado a tan sólo 70 km de Marrakech, su ascensión es una de las más populares de esta cordillera, ya que cuenta con refugio del Club Alpino Francés en su base y no presenta grandes dificultades técnicas.
Sin embargo, es una montaña que no se le debe menospreciar ya que los desniveles son fuertes, suele haber bastante nieve durante la temporada invernal y las ventiscas son frecuentes en la parte final de la ascensión.
La ascensión comienza en Imlil, un pequeño pueblo bereber rodeado de montañas situado a 1.740 m en el valle del río Ait Mizane. La electricidad llegó a este pueblo en 1997 gracias a una empresa de turismo extranjera que construyó en su parte alta un hotel de lujo. Durante el trayecto podrán disfrutar de bonitos paisajes donde la grandiosidad de la naturaleza  sorprende a cada paso. Paredes de roca, picachos y el sonido del agua saldrán al encuentro a medida que se asciende, animando a continuar.
El broche de oro es sin duda la inmejorable vista panorámica desde la cima del Djebel Toubkal. Divisarán la planicie de Marrakech, el lago Ifni y las impresionantes montañas del Atlas.
Son datos que figuran en los anuncios de turismo que animan a escalar el monte Toubkal, pero que también advierte de los peligros que pueden suceder cuando las condiciones climatológicas no son las mejores para realizar la citada escalada.

Jesús Reyes era un consumado deportista

Jesús Reyes era un consumado deportista y estaba preparando físicamente para la realización de este tipo de actividades que se pueden considerar extremas. Sus amigos le recuerdan como un amante del mar y de la montaña. No en vano formaba parte del Club de Kayak de nuestra ciudad, cuyo máximo responsable es Carlos Galet, que es quien se había encargado de la organización de esta expedición, aunque él no figuraba en la misma. Asimismo el senderismo era otra de sus pasiones y no era nada extraño verle por los montes de Ceuta, los que se conocía como la palma de su mano durante muchos fines de semana. Pero también la aventura de la montaña le llamaba la atención.

Los viajes a Marruecos en los puentes, costumbre

Descubrir el vecino país de una manera distinta a como lo ven muchos de los habitantes de Ceuta es una fórmula que han descubierto muchos ceutíes en los últimos años. No son frecuentes expediciones para subir a montañas como el Toubkal, sino que lo más tradicional son los viajes en 4x4 por zonas del desierto para contemplar paisajes verdaderamente inéditos del vecino país. Son viajes que se realizan principalmente cuando existe algún tipo de puente, dado que se necesitan varios días para la culminación de las distintas etapas y volver de nuevo hasta nuestra ciudad. También en estos viajes de 4x4 se han producido accidentes de ciudadanos de Ceuta que luego han tenido que ser evacuados hasta nuestra tierra a los pocos días.