Un liberado por el crimen de ‘Gufito’, detenido con chaleco y arma detonadora

Dos sucesos distintos ocurridos en el día de ayer terminaron entrelazándose, tomando como escenario común el ámbito delincuencial.

En torno a las 7.00 horas, dos individuos que ocupaban una motocicleta sin matrícula efectuaban al menos siete disparos contra una propiedad privada en Loma Margarita, junto a las pistas de tenis. Después se dieron a la fuga sin herir de gravedad a nadie. Pero en ese lugar se encontraba una de las dos personas que fueron puestas en libertad el pasado martes por el juzgado de instrucción número 2, después de que hubiera sido detenido por la UDYCO por su presunta relación con el asesinato de ‘Gufito’. Pues bien, según narró a los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar, quienes habían efectuado esos disparos iban a por él. Les mostró, de hecho, un roce que tenía en la parte inferior de su pierna y que, dijo, había sido producido por el impacto de uno de los proyectiles.
La Policía, presente en el lugar de los disparos con agentes de la Científica y acompañados de efectivos del Cuerpo Local, le indicó que debía pasar por el Hospital para que allí, tras su examen médico, se determinara si dicho roce podía ser fruto de uno de esos disparos efectuados.
Según los datos aportados por Ingesa, efectivamente se produjo esa entrada de Urgencias a primera hora de la mañana para certificar el roce que presentaba, de lo que se ha dado parte a la Policía, que tiene que incluir estos hechos como una de las posibles teorías sobre lo sucedido y darle o no credibilidad.
En distintos puntos del local objeto de disparos se fueron localizando y marcando los impactos, analizándose así la posible trayectoria que habían seguido. Así, en teoría, terminaba inicialmente este suceso. O pretendía terminarse, de no ser porque la UPAC de la Policía Local llevó a cabo, ya por la tarde, un servicio que tuvo como protagonista a esta misma persona, presunta víctima de los disparos de esa mañana y sometido a las medidas cautelares de retirada de pasaporte que había dictado el mismo martes el juzgado que instruye la causa por la muerte a disparos de Mohamed Ennakra, ‘Gufito’.
Así, según ha podido saber El Faro, los agentes de la UPAC que estaban desplazados en la zona de Juan Carlos I y La Reina dieron el alto a un vehículo modelo Mercedes al resultarles sospechoso. En su interior viajaba esta persona, cuya identidad no se ha facilitado ya que el caso judicial con el que se le relaciona esta en secreto de sumario y no puede darse a conocer aún identidad alguna.
Los agentes comprobaron no solo que carecía de permiso de conducir, de seguro y que su vehículo no tenía actualizada la ITV. También pudieron comprobar que el hombre portaba un chaleco antibalas además de una pistola detonadora. Este tipo de arma no puede causar, en el estado en que se encontraba, daños; no obstante, según matizaron a este medio varios técnicos policiales, sí tiene capacidad para ser transformada en un arma con posibilidad de hacerlo.
Con estos mimbres, los agentes de la UPAC detuvieron a quien solo llevaba días en la calle para presentarlo de inmediato a la Policía Nacional con todas las diligencias practicadas y lo requisado, es decir, el chaleco (símbolo inequívoco de su necesidad de ir protegido y el arma). Al cierre de esta edición, había quedado detenido en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía a la espera de su puesta a disposición judicial para esclarecer todo lo ocurrido. El arma que se le intervino queda en manos del CNP para que se investigue su origen y si había sido empleada o no además de sus posibilidades de cambio de uso ya apuntadas por técnicos en la materia. Los detalles sobre el suceso fueron conocidos rápidamente en la ciudad puesto que el asunto de marras ha causado un gran impacto mediático.

Mañana de recogida   de posibles pruebas

La Policía Científica se esmeraba ayer en intentar recoger posibles pruebas que hubieran quedado en el escenario de los hechos para la investigación que se ha abierto para intentar esclarecer estos hechos. Los agentes hablaron con los testigos, tomaron fotografías de los orificios ocasionados por los impactos de bala y recabaron toda la información posible relacionada con este nuevo episodio de atentado con arma de fuego.                 

Más detenciones de menores por el apuñalamiento

E.A. ceuta
El esclarecimiento del homicidio de Said Abriual, el trabajador transfronterizo muerto a puñaladas en las inmediaciones del Tarajal, sigue su curso. Si bien se había procedido ya a la identificación y detención de dos adolescentes (uno de ellos, de 16 años, autor confeso de los hechos) quedaba por arrestar a otros implicados en dicho crimen, aunque con un papel no tan directo.
El jefe superior de la Policía, Alfonso Sánchez, confirmaba el pasado miércoles que se estaba tras los pasos de un par de menores que habrían actuado en segundo grado. Pues bien. En el día de ayer la Policía pudo localizar a dos de estos menores a los que se les identifica como los que estaban presentes en el lugar de los hechos, en ese momento de exaltación común que llevó al grupo a perseguir durante casi un kilómetro a su víctima para, al final, arrebatarle la vida a pesar de que el fallecido les había ofrecido las pertenencias que llevaba.
Los dos menores que quedaban por localizar fueron detenidos ayer, según confirmaron a El Faro fuentes policiales, con la idea de ponerlos hoy mismo a disposición de la Fiscalía de Menores. Con estos últimos pasos, la Policía Nacional da por cerrada la resolución de este crimen en el que ha perdido la vida un joven de tan solo 24 años y cuyo móvil único ha sido el del intento de robo.
En la comparecencia oficial celebrada el pasado miércoles, el propio jefe superior de la Policía confesaba el carácter del autor confeso de la puñalada mortal, después de que, al reconocer su acción, manifestara que esa muerte solo había sido la primera en ocurrir.
Se ha descartado, fruto de la investigación en la que ha sido clave la colaboración de testigos, la implicación de adultos en este crimen que pudieran haber movido a la acción criminal de los adolescentes.