La llegada de inmigrantes a las costas ceutíes parece haberse relajado durante la última semana, aunque ayer se registró una entrada por vía marítima. Desde el pasado viernes, día en que arribaron 24 subsaharianos, los servicios de Salvamento no habían tenido que volver a actuar para rescatar a ningún inmigrante. Ayer, como excepción al estado de calma generalizado a este lado de la frontera, un único hombre, de origen subsahariano y mayor de edad, consiguió entrar en Ceuta. Lo logró sobre las 3.00 horas del miércoles, atravesando a nado el espigón que separa las aguas marroquíes de las españolas en la bahía sur. Unos vigilantes de barriadas dieron el aviso a las autoridades, que no tardaron en personarse en la playa del Tarajal para hacerse cargo del inmigrante indocumentado. Su llegada supone la número 152 desde que comenzara el mes de agosto, una elevada cifra que habría sido mucho mayor sin la colaboración de las autoridades marroquíes, quienes han impedido la entrada de varios grupos numerosos.
Sin ir más lejos, el extranjero ilegal que ayer consiguió atravesar la frontera entre Marruecos y España aprovechó, entre otras circunstancias, que las Fuerzas del Orden de ambos paises se encontraban entretenidos tratando de impedir el paso de un grupo de aproximadamente 40 inmigrantes, según fuentes policiales.
Sobre las 2.00 horas del miércoles, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado español detectaron a través de una serie de cámaras que tienen instaladas en las inmediaciones del vallado fronterizo, la presencia de un nutrido grupo de subsaharianos que bajaban desde el monte con la intención de colarse en Ceuta corriendo hasta el agua y nadando. En ese instante avisaron a la gendarmería marroquí, que rápidamente se puso manos a la obra y consiguió retener a un buen número de ellos en la bajada del monte y a otros tantos en las cercanías de la playa.
Aunque todavía no hay una confirmación oficial, se cree que el inmigrante que consiguió cruzar la frontera y llegar hasta territorio ceutí venía con el grupo que fue retenido por las autoridades del país vecino, pero que se quedó rezagado y logró zafarse de la ‘redada’ que realizaron para evitar la salida masiva de subsaharianos.
Por otro lado, la UCRIF detuvo ayer a un total de 23 inmigrantes de diferentes nacionales francófonas que estaban alojados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para pasarlos a disposición judicial y, posteriormente, llevarlos hasta algún Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) de la península. Una vez allí, permanecerán aproximadamente dos meses a la espera de que se resuelva su situación en España. Si se logra identificarlos correctamente y existen acuerdos de repatriación con sus respectivos paises se procederá a realizar este procedimiento. En caso contrario, a las autoridades no les quedará más remedio que dejarles en total libertad. De esta forma, las autoridades están luchando contra la masificación de los centros de inmigrantes de las diferentes ciudades españolas, siendo Ceuta uno de los puntos principales de acción en este campo.
Detalles
Marruecos Las autoridades están actuando
Desde la semana pasada las autoridades marroquíes han tomado cartas en el asunto de la inmigración ilegal y se están poniendo a trabajar para impedir que los grupos organizados de subsaharianos puedan intentar pasar a Ceuta partiendo desde puntos estratégicos situados en Marruecos. Prueba de ello son las patrulleras que han colocado en la bahía sur para vigilar el paso de embarcaciones y las actuaciones llevadas a cabo con las que han logrado frenar a casi dos centenares de subsaharianos que trataban de pasar ilegalmente.
Madrugada Un inmigrante consiguió llegar a Ceuta
Durante la madrugada del miércoles hubo un inmigrantes que apareció en la playa del Tarajal. El hombre atravesó la frontera a nado, bordeando el espigón que hay en la bahía sur. Se cree que formaba parte de un grupo de 40 inmigrantes que fueron detectados por las autoridades cuando bajaban desde el monte.
Traslados La UCRIF detuvo ayer a 23 francófonos
La UCRIF detuvo ayer a 23 inmigrantes francófonos de diferentes nacionalidades con la intención de ponerlos a disposición judicial y, posteriormente, trasladarlos hasta un CIE de la península. Los 23 detenidos pasarán allí aproximadamente dos meses a la espera de que su situación en España se resuelva. Las opciones son dos: que haya una repatriación, o que se les termine dejando en libertad.