La delincuencia juvenil no se limita exclusivamente al extrarradio de nuestra ciudad, algo que han podido comprobar algunos de los vecinos que residen en el centro y cuyos hijos han sido víctimas de robos a manos de un grupo de menores, de entre 14 y 16 años de edad, que de un tiempo a esta parte atemorizan a jóvenes de su misma edad, amenazándoles para posteriormente robarles.
Precisamente el último caso se vivía el pasado Viernes Santo y en plena Plaza de África sobre las 22.00 horas. Aprovechando la gran multitud que se congregaba con motivo de las procesiones, un grupo de chicas se acercó hasta una joven de 14 años que, en ese momento, hablaba por su móvil. Según reza la denuncia a la que ha tenido acceso este medio, la supuesta ladrona increpó a la chica preguntándole si fumaba porros e instándola a que le entregara el teléfono, a lo que la joven se negó. En ese instante le arrebató el móvil y huyó a toda velocidad aprovechando la gran cantidad de personas que paseaban por la zona.
Tras un recorrido por los alrededores, el padre de la víctima localizó a la supuesta ladrona a la que exigió la devolución del móvil. Incluso reclamó la presencia de un policía local que solicitó la documentación a la menor, la cual se negó hasta en tres ocasiones.
Una vez en Comisaría para interponer la pertinente denuncia, los denunciantes pudieron comprobar que la joven es una habitual en este tipo de acciones delictivas.
“Mi hija está asustada, ya ni siquiera quiere salir a la calle sola para no encontrarse con este grupo”, asegura Pedro García, padre de la víctima.
Estos robos ya se han repetido en varias ocasiones con anterioridad y son muchos los padres que viven preocupados esta situación. “Ya están en pleno centro y campan a sus anchas robando carteras, móviles o lo que pillan, pero ni siquiera con una denuncia se puede hacer nada”.
Lo más grave de estos hechos es que, al parecer, los jóvenes que se dedican a estos robos venden, posteriormente, los móviles sustraídos en un comercio de nuestra ciudad.