Un ex presidiario mata de tres puñaladas a un hombre en el Poblado tras una discusión

Una discusión por el robo de una cartera con unos 300 euros podría ser el móvil del apuñalamiento mortal ocurrido en la madrugada de ayer en el Poblado Marinero. El fallecido, Enrique G.G., de 56 años, murió desangrado después de recibir tres puñaladas: una en la ceja, otra en el cuello y una tercera, la más grave y mortal de necesidad, en el costado izquierdo con recorrido al corazón que afectó también a otros órganos vitales. La llegada de la ambulancia del 061, cuando rondaba las cinco de la madrugada, de nada sirvió debido a la gran cantidad de sangre perdida al sufrir la agresión y los daños producidos. Se le aplicó oxígeno y se le intentó reanimar, resultando las acciones infructuosas, certificándose al momento la muerte.

El ataque se produjo en frente del pub Divine, siendo éste el último escenario de una discusión que había comenzado antes. Según testigos presenciales de los hechos, el fallecido se había encontrado antes con las dos personas que ha detenido la Policía Nacional como presuntos autores de los hechos. Se trataba de dos conocidos de la víctima, residentes en la barriada de Juan XXIII -ahí se encuentra la casa de los padres del fallecido-. Ambos, el llamado Ángel G.R. y Zacarías M.E., de 26 y 27 años de edad respectivamente y con varios antecedentes a sus espaldas, habían mantenido una discusión con la víctima dentro de uno de los bares ya que ésta les recriminaba que le hubieran quitado la cartera con el dinero, al parecer unos 300 euros. Le habían golpeado en el rostro, según apuntaron a ‘El Faro’ varios jóvenes, ya que antes de morir la víctima lo hizo saber.
La discusión continuó por la acera encarrilándose hacia el Divine, en la parte de abajo, a la altura del Retro, que fue donde se produjo la agresión. Testigos de los hechos indican que estuvieron antes peleándose, gritando, hasta que se produjo la agresión mortal, ya que el fallecido les reclamaba que le devolvieran el dinero. Los dos detenidos abandonaron el lugar dirigiéndose hacia su domicilio en Juan XXIII.
Según confirmó la Jefatura Superior, la llamada de alerta se registró en el 091 a las cinco de la madrugada, indicándose que había un hombre tendido en el suelo. Se trataba de la víctima. In situ los agentes recibieron informaciones sobre los individuos que se habían peleado con la víctima, ya que eran asiduos en el Poblado. Al saberse que residían en Juan XXIII los agentes emprendieron camino a la zona, localizando en las cercanías a la pareja. Uno de los detenidos tenía la ropa llena de sangre y en el registro que se le practicó se le encontró un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, tipo jamonero, con el que se habría cometido el crimen y al acompañante una navaja.  El llamado Ángel G.R. reconoció a los agentes que le había apuñalado, aunque éstos piensan que lo dijo sin pensar que la víctima estaba muerta.
Hasta el Poblado se desplazó la juez de guardia y una comitiva judicial, ordenándose el levantamiento del cadáver pasadas las seis y media de la madrugada. En ese intervalo de tiempo se acercaron algunos vehículos del servicio público del taxi hasta el lugar ya que se había extendido la noticia de que habían apuñalado a un taxista. Y es que el fallecido había estado varios años trabajando en el sector al coger la licencia número 117, heredando el negocio de su padre. Antes de esto había sido guardia civil estando destinado en Logroño, aunque se apartó del Cuerpo para volver a Ceuta y trabajar directamente el vehículo de servicio público. Dentro del sector tuvo muchos problemas y llevaba a cabo servicios de manera inestable e irregular hasta que le fue retirada la licencia, hace casi dos años, por el Ayuntamiento siéndole otorgada a otro taxista por antigüedad después de un litigio judicial. Después de esto no había realizado más trabajos en este ámbito.

El presunto autor salió de la cárcel en enero de este año

Los dos detenidos tras este suceso son viejos conocidos de la Policía, al tener varios antecedentes. El que está considerado como presunto autor del apuñalamiento, Ángel G.R., acababa de salir de la cárcel en enero de este año, después de permanecer interno en la prisión del Puerto desde 2003, según datos facilitados por la Policía. Además de los antecedentes que comenzó a tener siendo menor, aplicándosele la normativa en esta materia, cuando cumplió la mayoría de edad fue detenido después de robar a una persona, vinculado a una fuerza de seguridad, en el Polígono Virgen de África. Además de robarle le apuñaló gravemente, lo que le provocó una condena en la Audiencia Provincial de tres años y seis meses por el robo además de otros dos años por las lesiones producidas. Ingresó en la prisión de Los Rosales desde donde se le trasladaría al Puerto. Hace una semana además había tenido un altercado con un portero de un pub del Poblado al que presuntamente llegó a agredir haciendo uso de una botella que golpeó contra su cabeza. Al otro detenido también le constaban antecedentes.

El lunes pasado la víctima asistió como denunciante en un juicio

Justo el pasado lunes, el fallecido se presentaba ante la jueza del juzgado de lo Penal número 2 como denunciante en un juicio que se seguía por unas presuntas lesiones. El fallecido acusaba a un vecino del Hacho de haberle golpeado en una reyerta que tuvo lugar en el año 2005 en el bar Noray. De aquella agresión argumentaba que había perdido el 90% de la visión de un ojo. El acusado, por su parte, negó los hechos diciendo que Enrique G.G. había accedido al bar en estado de embriaguez golpeándose él mismo contra el pico de una mesa, lo que le produjo daños en el ojo. Una testigo de los hechos argumentaba que había habido una pelea sin poder dar más datos. Al acusado se le pedía una pena de un año y seis meses de prisión, aunque ahora con su denunciante muerto la justicia determinará qué hacer.

La puñalada que le causó la muerte afectó al corazón y se asestó de forma directa

Una de las tres puñaladas que recibió el fallecido Enrique G.G. fue directa al corazón en sentido ascendente, es decir, comenzó desde el costado izquierdo afectando directamente al corazón por lo que fue mortal de necesidad causándole la muerte casi al momento, y provocándole una abundante pérdida de sangre, por lo que resultó prácticamente imposible hacer algo por salvarle la vida.
Esta es una de las notas principales incluidas en una autopsia que se le realizó ayer al cadáver que presumiblemente podrá recibir sepultura en el día de hoy. La forma en que se produjo este apuñalamiento no deja lugar a dudas, tal y como indicaban agentes de la Policía Nacional en el lugar de los hechos, el ánimo criminal del agresor, que supo cómo asestarla provocando un daño mortal.
Al margen existían otras dos agresiones más en el cuello y la ceja, producto esta última de la agresión previa sufrida cuando le robaron la cartera. Durante el día de ayer, y nada más producirse el suceso, se procedió a la toma de declaración de los dos detenidos y a la recogida de testificales de aquellas personas que se encontraban en el lugar de los hechos cuando se produjo el crimen. Entre ellos se encontraban trabajadores de locales cercanos y jóvenes que en el momento del suceso se encontraban por la zona y que podían haber visto lo ocurrido y participar, con sus declaraciones, en la imputación sobre los detenidos. La labor policial se centró además en la recogida de pruebas en el lugar de los hechos, además del examen al cadáver con la presencia del forense y la autoridad judicial.
El peso de la investigación lo lleva la UDYCO aunque en el lugar del crimen se presentaron efectivos también de otras unidades. Se hizo un recorrido por la zona para fotografiar el espacio por el que había pasado el fallecido y los presuntos autores de los hechos antes del fatal desenlace, tomando fotografías de los puntos en donde se habían sucedido los enfrentamientos entre ambos. De los mismos fueron testigos varias personas, facilitando así un hilo conductor entre la pelea y la posterior agresión con saldo mortal.
El suceso de la pasada madrugada es el más grave de los sucedidos en los últimos meses en el Poblado Marinero después del altercado protagonizado por un agente de la Policía Local suspendido del servicio de forma momentánea y la cantidad de reyertas y robos que se suceden en la principal zona de ocio y concentración de jóvenes de la ciudad.
El fallecido tenía hijos de su primer matrimonio y desde hace unos años tenía otra relación. Su padre ha estado vinculado durante muchos años al sector del taxi siendo propietario de una licencia.