Todas las partes implicadas en las negociaciones sobre el incremento de las bonificaciones de la Seguridad Social hasta un cincuenta por ciento y su extensión al máximo número de sectores de las ciudades de Ceuta y Melilla están dando un claro ejemplo de responsabilidad en una situación que, por supuesto, al final se resume a dinero y además de unos momentos de una crisis económica galopante. Cierto es que aunque es una medida que no se aplica en ninguna otra parte del territorio español, también las circunstancias que se producen en los dos territorios tampoco son extrapolables a las demás regiones, ya sean peninsulares o insulares. Cada parte ha cedido hasta donde ha sido lógico ceder y cuando hay voluntad política está muy claro que las posturas se acercan hasta extremos insospechados y en un tiempo récord. Desde luego, este ejemplo perdurará en los anales y bueno sería que se trasladara a otros temas que están aún pendientes de resolver todavía.