Tres años y cuatro meses de prisión es la pena a la que se enfrentan tres hombres acusados de un delito contra la salud pública después de haberse trasladado hasta nuestra ciudad desde la Península y ser interceptados en el puerto, uno de ellos conduciendo un vehículo en el que portaba 12 kilos de hachís con un THC de casi un 30% y con un valor cifrado en 18.774 euros.
El pasado 15 de febrero, los tres hombres llegaron a nuestra ciudad con el objetivo de pasar un fin de semana y conocer a unas chicas de la ciudad, según declararon en la vista oral.
A.V. fue el encargado de recoger a las otras dos personas con su coche en Marbella, desde donde se trasladaron hasta nuestra ciudad. Fue este mismo vehículo el que I.D. tomó prestado al día siguiente de su llegada para ir a desayunar a la Almadraba, sin el permiso de su propietario, según se declaró en el juicio.
Un día después de su llegada y después de que A.V. anunciara su partida inmediata debido a que su mujer se encontraba ingresada en un centro hospitalario, los tres marcharon hacia el puerto, aunque I.D. y F.F. le dijeron al conductor, A.V., que ellos embarcarían por la zona de pasajeros, mientras que el conductor lo haría en su coche, con la excusa de que tenían que adquirir los billetes del barco.
Al llegar al control de embarque de vehículos, el perro del Servicio Cinológico de la Guardia Civil marcó la existencia de droga. A.V. negó en todo momento conocer la presencia de la sustancia y acusó a I.D. y F.F. de ser los responsables de haber introducido el hachís cuando el primero se llevó su vehículo.
A.V. insistió en coger el móvil que, en el momento de la detención, sonaba insistentemente para demostrar a los agentes que “había sido víctima de una trampa”. Tras acceder a su petición, el conductor respondió a la llamada que le estaba haciendo F.F. para indicarle que “había pasado el control de embarque”. Fue el ardid acordado para que las otras dos personas accedieran al control de embarque de pasajeros donde fueron detenidos por agentes de la Guardia Civil.
Irá a la cárcel si no abona los 30.000 euros que estafó en venta de una casa
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 condenó ayer a A.F. a dos años de cárcel con suspensión condicionada al pago de una multa de 30.000 euros en un plazo de tres meses. Está acusado de un delito de estafa ocurrido el 22 de abril de 2016 cuando firmó un contrato privado de compraventa sobre una vivienda del Recinto, sobre la cual dijo ser el propietario, a pesar de que no tenía el pleno dominio de dicho inmueble. Únicamente lo poseía en régimen de precario administrativo, ya que el titular del inmueble es el Ministerio de Defensa. La compradora entregó 30.000 euros en concepto de pago parcial del precio fijado en el contrato, sin que la perjudicada haya obtenido el reembolso de las cantidades abonadas.
Tres años y un día de prisión por llevar 30 kilos de hachís en un doble fondo del maletero de su coche
S.B. se conformó ayer a cumplir una pena de tres años y cuatro meses de prisión y al pago de una multa de 40.657 euros por un delito contra la salud pública que se remonta al pasado 28 de abril en la estación marítima. Allí fue interceptado por agentes de la Guardia Civil cuando intentaba embarcar con su vehículo en un ferri con destino a Algeciras. Tras proceder al registro del coche se localizaron, ocultos en el interior de un doble fondo del maletero, 30 kilos de hachís, cuyo precio en el mercado hubiera alcanzado 40.657 euros.
También en la zona de embarque de vehículos fue interceptado E.R., en este caso el 14 de abril. Tras el registro del coche, los agentes de la Guardia Civil localizaron, ocultos en el interior del sistema de calefacción y bajo el salpicadero, la cantidad de 16 bloques de hachís con un peso de siete kilos cuyo valor se estimó en 11.426 euros. En ambos casos, la magistrada ordenó el decomiso de la droga y los coches y la destrucción de la sustancia.