Un Campus lleno de vida

El Campus universitario de Ceuta va tomando forma. Ya se están terminando de solucionar algunos de los más importantes problemas que nos preocupaban. Los ascensores funcionan, la biblioteca de la UNED se ha abierto (es sorprendente que no se hubiera previsto que las estanterías para los libros debían estar compradas e instaladas a antes de comenzar el curso). Aún quedan por habilitar los espacios comunes para la residencia de estudiantes; la cafetería; la sala de grados; la pasarela para comunicar con el edificio universitario; el gimnasio… Pero el corazón del campus late con fuerza. La vida ha vuelto a los pasillos del viejo y abandonado Cuartel de la Reina. Decenas de estudiantes y profesores se mueven por ellos a diario. Los magníficos profesionales del personal de administración y servicios mantienen operativas nuestras instalaciones.  Cuidan que las clases estén limpias y en perfecto estado de funcionamiento, o que las bibliotecas estén abiertas y dispuestas para su uso. Su callada labor, muchas veces ingrata y poco reconocida, hace posible que en las universidades se pueda realizar la actividad docente e investigadora con cierta dignidad. Incluso a pesar de los recortes económicos.
Pero también se van aprobando resoluciones que nos benefician y que reflejan nuestra nueva realidad. La última, la del Consejo de Gobierno de la Universidad de Granada, que en su sesión del pasado jueves, 28 de noviembre,  aceptaba que la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta pasara a denominarse Facultad de Educación, Economía y Tecnología. De esta forma, lo que comenzó hace poco más de diez años como un tímido intento de incrementar la oferta universitaria presencial para el alumnado de Ceuta (experimento innecesario para algunos ingratos), ha cogido cuerpo. Si a ello le sumamos el Grado de Enfermería que se imparte en la Facultad de Ciencias de la Salud, veremos que nuestros centros universitarios imparten docencia a más de 1.000 estudiantes, lo cual es una cifra nada despreciable.
Sin embargo, aún quedan cuestiones por resolver. Por ejemplo, la Facultad de Ciencias de la Salud carece de una estructura administrativa similar al resto de centros. Aún no ha habido elecciones a Decano, ni a Junta de Facultad. Los órganos democráticos de cualquier Facultad, no funcionan en ella. Cierto es que el hecho de haberse formado tras la integración de la antigua Escuela de Enfermería de la Cruz Roja, ha hecho de su situación algo peculiar. También que entre la plantilla de profesores no cuentan con titulares suficientes. Apenas unos cuantos entre titulares y laborales fijos. El resto, asociados a tiempo parcial. Pero esto ha de abordarse y solucionarse.
Respecto a la otra Facultad de la UGR, la de Educación, Economía y Tecnología;  en su seno alberga a tres especialidades totalmente distintas, que en Granada forman sus propias Facultades. Quizás en Ceuta no haya número suficiente de alumnos y profesores para crear tres Facultades. Incluso en una de ellas, Ingeniería Informática, hasta hace poco se dudada de su continuidad. Aunque el repunte de alumnos nuevos matriculados en este curso demuestra que, a poco que nos esforcemos todos, se puede conseguir que una de las especialidades de mayor futuro laboral, como es la informática, se consoliden en esta ciudad.  Respecto a la otra especialidad, Administración y Dirección de Empresas, el alto número de alumnos matriculados en la misma la ha convertido en la de mayor aceptación, después de enfermería. Esto indica que es necesario reforzar su estructura, para así conseguir que sus peculiaridades sean tenidas en cuenta. Hasta el momento ha valido lo que había. Una antigua escuela de Magisterio que acogía (a regañadientes de algunos viejos profesores que nos veían como intrusos) los estudios de empresariales. Pero con el paso del tiempo ha cogido fuerza y presencia. De hecho, la mayoría de profesores de los dos departamentos más importantes de la titulación, ya hemos reclamado una mayor independencia y capacidad para poder tomar nuestras propias decisiones. Esto, que en la estructura democrática de la Universidad se consigue integrando títulos similares en Facultades, cuyos órganos de representación son independientes del equipo rectoral, al ser elegidos por los alumnos y profesores de los propios centros, no se ve reflejado en Ceuta. Ni hay secciones departamentales, ni la coordinación de la titulación tiene una independencia del equipo decanal. Es más, estos coordinadores son nombrados y cesados, de forma discrecional, por el propio decano, lo cual implica que sus decisiones no son democráticas, entendiendo por democracia la que se ejerce a través de Facultades, con órganos de dirección propios. Aquí no son más que un apéndice del decano, que en todo momento han de darle cuenta de cualquiera de las decisiones que adoptan, o incluso pedirle permiso para firmar el más inocente de los documentos. Es decir, los profesores de empresariales seguimos siendo, de facto, unos “intrusos”, sometidos a las normas y costumbres de los que han continuado al frente de la antigua Escuela Normal de Magisterio.
Evidentemente, lo anterior habrá que complementarlo con acciones específicas de creación de nuevos grados y especialidades, solos o en coordinación con la UNED, y con el refuerzo de nuestros propios programas de doctorado, para así crecer en calidad y no solo en cantidad.
Pero sobre la forma de financiarlo y de llevarlo a cabo hablaremos otro día.