El responsable del Servicio de Medicina Preventiva y Riesgos Laborales, Julián Domínguez, presenta su tesis de estrés laboral que es aprobada con un sobresaliente cum laude.
Julián Domínguez, responsable del Servicio de Medicina Preventiva y Riesgos Laborales del Ingesa, pasó ayer airoso por la presentación de sus tesis en la sede del Hospital Universitario.
Aprobado con un sobresaliente cum laude el estudio ‘Estrés laboral por acoso moral y síndrome de burn-out, y su relación con el autoconcepto, la adaptación de conducta y la personalidad en trabajadores de atención a la salud’ saca dos conclusiones sobre el estado de los trabajadores del Ingesa a través de las encuestas realizadas: un 11,4 por ciento sufre acoso laboral y un 17 pasa por el síndrome de desgaste profesional. Unas cifras que se sitúan en términos intermedios con respecto a otros estudios aunque “preocupantes”, según manifestó el propio Domínguez. Las encuestas se han realizado con una muestra de 200 profesionales de los 1.000 con los que cuenta la institución sanitaria y que fue tomada hace dos años.
Además de información específica del Ingesa, la tesis aporta algunas novedades metodológicas: “Establecemos unos modelos muy definidos de estrés laboral no publicados hasta ahora, tanto en el acoso laboral como en el síndrome de desgaste profesional”. También se digieren los datos tomados de las encuestas de forma diferente: “Hay unas tipologías del comportamiento muy específicas que hemos encontrado entre los trabajadores y hemos dividido en cinco: la del acosado, la del satisfecho laboral e individual, el laboral y familiar, el quemado y el sociable”.
Otra de las conclusiones que aporta el estudio es que existe más agotamiento, más burnout según el anglicismo extendido que lo define, entre trabajadores sanitarios que “sin embargo tienen un nivel de logro profesional muy elevado, al contrario de los administrativos que no son sanitarios. Parece que el trabajo sanitario les protege de alguna manera de quemarse más”.
El estudio también establece una variable para poder evaluar el estrés laboral de una forma “diferente y novedosa”. Con la limitación de la comunicación y el contacto, el desprestigio personal o profesional, elementos característicos del acoso; se puede determinar una variable con la que medir el estrés laboral.
Por último, como propuesta para el futuro, Domínguez comentó la necesidad de buscar un sistema más sólido para determinar cuando se sufre tanto acoso laboral como síndrome de desgaste.
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