La "ultraderecha" en huelga mientras la izquierda se lame las heridas

Según todos los ministros del Gobierno, los responsables del caos que domina hoy el espacio político y económico español es la ultraderecha, no hay duda ninguna. El Gobierno no ha hecho absolutamente nada para solucionar alguno de los problemas a los que nos enfrentamos porque la extrema derecha lo impide. Así lo camioneros paran sus camiones con lo que los productos no pueden ser embarcados rumbo a los mercados, los productos se pudren o se desperdician, los pescadores ante el precio del combustible tampoco pueden hacerse a la mar, los ganaderos no tienen piensos para poder alimentar a sus animales, los agricultores se quejan del precio de los abonos y de los precios a que venden sus productos a los mayoristas y los del gobierno, simplemente se escudan en que todo es culpa de la extrema derecha, la ultra derecha o la súper extrema ultra derecha. Con esto el Gobierno ha dejado caer la venda de la superchería en la que se situaba una y otra vez al atacar a un partido como VOX de ultra derecha y ahora endilgar la misma monserga al resto de trabajadores que por una elevación de precios descomunal se quejan al gobierno y este no solo no hace nada sino que exhibe claramente que no sabe cómo resolverlo. Este Gobierno es un gobierno inútil, siendo su presidente el mayor inútil desde Fernando VII que ha dado España y con el mismo grado le acompañan sus ministros lerdos o no, instruidos o no, unos los lerdos o no instruidos, por el hecho de haber sido nombrados ministros y otros, los pocos instruidos, por no haber tenido la dignidad de haberse apeado en marcha, es decir dimitir ante tamaña banda. Lo que al final los iguala.

“Extrema derecha”, ha sido el título con el que toda la izquierda, con el Maniquí a la cabeza, y parte de la derecha (Casado y compañía “dixit”) ha tildado a modo de insulto al partido VOX. Creo que ningún partido político desde su nacimiento ha sido “tiroteado” simultáneamente, intentando su pronto derribo, tanto desde las bancadas de la izquierda como desde las de la derecha, como VOX. Lo de la izquierda suele ser normal, porque VOX pronto ha comprendido que la izquierda solamente apoya a quienes le dan su voto a base de su compra como ocurre con partidos hermanos de los terroristas, comunista s e independentistas, estos todos de izquierda e incluso con el PNV, este de derechas, pero siempre disfrazado de izquierda previo pago o chantaje, y lo considera normal al estar distanciados ideológicamente y ser adversarios políticos y por lo tanto dentro de la lógica política. El” tiroteo” desde la derecha ya no resulta tan normal al ser una formación heredera en base a unos principios que en otro tiempo sirvieron de guía al partido más importante de la derecha como es el PP. Ahí tiene que haber un odio pagado porque no se entiende que desde la derecha, todos los medios conservadores, con alguna excepción, tilden a VOX permanentemente como un partido de extrema derecha.

En esa apología del insulto han caído prácticamente todos los medios de comunicación. Así al nombrar a VOX, a continuación de su nombre se le adjetiva como “ el partido de extrema derecha”, o el “ultraderechista “,o el “•ultraconservador”, como antes al nombrar al demonio teníamos la costumbre de santiguarnos, con objeto de convertir esos calificativos en algo demoníaco, lógicamente con una aviesa intención política, por lo que cualquiera que se acerque a ese partido será objeto de persecución hasta su caída en el averno, nada de contactos con él porque está maldito, nada de pactos con él porque quien lo haga será señalado como anti demócrata y recibirá la ira de toda la sociedad, ese partido es el mal y del mal hay que alejarse, haga lo que haga, diga lo que diga. Démonos prisa en urdir un cordón “sanitario”, como si fuera la peste o el maldito virus chino. Con tamaña persistencia por tierra , mar y aire, la izquierda ha ido ganado la batalla de la ideología y VOX por mucho que lo ha intentado no ha dejado de ser el partido de “extrema derecha”.

Encontrarán pocas personas que se identifican abiertamente con la derecha; seguramente dirán que son “centristas”, pero no de derechas, eso es una piedra en el zapato, un obstáculo permanente si no se quita y se enfrenta asumiendo que las ideas de la derecha han sido las que hasta ahora han permitido los mayores avances sociales y económicos de toda la Historia frente a una izquierda que siempre ha buscado la igualdad como reclamo para crear sociedades más desiguales y más pobres. Solo hay que visitar unos países y otros. Sin embargo son los partidarios de la izquierda los que lucen jubilosos ese estandarte, “yo soy de izquierdas”, aunque la izquierda solo traiga hambre, miseria y falta de libertades, nadie en nuestro país querría tener el nivel de vida de un cubano o de un venezolano; ser canadiense eso ya sería distinto. Ese manto protector ideológico ha permitido a la izquierda las mayores atrocidades como lo es ahora el pacto del sanchismo con una banda terrorista, con los separatistas enemigos de España y con los comunistas, enemigos de nuestra libertad. No se alzan voces suficientes contra esta atrocidad que el malandrín que nos desgobierna tilda de pacto democrático porque esos partidos están dentro de la ley al haberlo permitido inconstitucionalmente el Tribunal Constitucional en contra del Supremo. Da igual lo que usted piense, la formidable maquinaria del sanchismo ha bendecido esos partidos como nobles y con marchamo democrático por lo que pueden encaramarse a la dirección del país y VOX no, simplemente por no ser de su cuerda y pensar y dejar claramente establecido que el sanchismo es la perdición del país y eso el Maniquí no puede tolerarlo y al no poder uncir al carro, a su carro a ese partido VOX, antes de que crezca más hay que cercenarlo. Puro comunismo.

En el panorama actual los periodistas más cercanos al PP siempre tienen reticencias incluso para entrevistar a políticos de ese partido, y famosos periodistas que siempre han militado en la derecha, antaño directores de grandes periódicos, en cuanto empiezan a hablar de VOX, rezuman un odio y un desprecio que enseguida les imposibilitan para mostrar, sea lo que sea que haya hecho el partido de Abascal, siempre estará mal hecho, nunca será bien recibido. La derecha, que sigue vagando sin rumbo, ha comprado la monserga de la izquierda pero ya debería tener edad de comprender que es completamente falsa. Porque ¿en base a qué esta formación política VOX es calificada con esos adjetivos que la sitúan en un extremo del espectro político? Conozco a gente que vota al PP a la que los mantras de la izquierda han calado que sostienen que “Vox no le gusta”, pero cuando se piden razones de ese no, no las saben expresar, simplemente es la moda que va calando. Si les pasa a la denominada gente “normal” es debido a la forma de escribir y de expresarse de los medios de la derecha que machaconamente repiten la letanía de la izquierda creyendo que así son conservadores, pero menos. Es finalmente un cordón invisible para no hablar de la bicha, no saber qué es, quien es y lo bueno o malo que produce. Simplemente se la evita. ¿Y cuáles son los preceptos importantes que hacen retroceder al votante de derechas de un partido político que respeta la Constitución, defiende la Unidad de España, su amor a la Patria, sus tradiciones? ¿Dónde vemos algo de retrógrado en ello? .En lo referente al aspecto económico defiende la libertad de mercado, el liberalismos, incluido una mayor flexibilidad en el mercado laboral, el menor gasto público, la reducción tributaria; si es referente a la energía, defiende la implantación de la energía nuclear y el aprovechamiento de todas las posibles. Y aunque se puedan encontrar puntos de divergencia ninguno nuclear como los impulsados por los comunistas y separatistas. Quizás en la estructura del Estado en Comunidades Autónomas con la multiplicidad de organismos iguales que aumentan el gasto público y a la par que su ineficacia o en la diferente visión sobre la UE donde se intenta labrar un mercado común pero no una nación europea, sea donde se pueden apreciar mayores diferencias. Pero todas discutibles de acuerdo con los procedimientos establecidos en la CE.

"Con esto el Gobierno ha dejado caer la venda de la superchería en la que se situaba una y otra vez al atacar a un partido como VOX de ultra derecha y ahora endilgar la misma monserga al resto de trabajadores que por una elevación de precios descomunal se quejan al gobierno y este no solo no hace nada sino que exhibe claramente que no sabe cómo resolverlo"

“La democracia está en un momento crítico tras el pacto PP-VOX” en Cartilla y León, dice el Maniquí. Ese pacto ha encendido las luces rojas en la izquierda. Es el miedo a VOX como estrategia sanchista de lo único de que se trata, por eso se le insulta siempre. Lo que debería haber detrás de ese pacto, es simplemente una derecha que no se resignase a los postulados de la izquierda, a la agenda 2030 que quiere empobrecer el país, a una España dividida y regentada solamente por la autonomías, a cualquier valladar en su contra que destruya valores como la libertad por la que han atacado a Ayuso, a no postrarse ante la inmoralidad, ni ante la pésima ejecución y gestión gubernamental, ante el cierre del Parlamento por dos veces inconstitucionalmente, ante el abuso de la gobernación de la sociedad a base de decretos leyes incesantemente, ante el aplauso comunista , ante la prostitución de la Fiscalía General del Estado a los intereses gubernamentales exclusivamente. Mientras los precios del gas, de los combustibles, al alza conllevan el de la inflación, ya en el 9,8% y el decrecimiento del PIB., o el despilfarre del gasto público eternamente ideologizado sin ninguna utilidad por lo que el gobierno de este inútil destina 20.319 millones que “El gobierno aprobará en Consejo de Ministros para el III Plan Estratégico de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres”, 307% superior al de Sanidad (6.606 me) o el 4,5 % del presupuesto de 2022, o la subvención de 17 millones a los sindicatos, aprobada el 8 de Marzo, superior un 23% a la que tuvieron el pasado año 13,8 me, para que no salgan a protestar por las alzas escandalosas de las gasolinas o por el recibo de la luz.

La impotencia del sistema al no poder echar a este malandrín que tenemos de presidente al no poseer nuestra democracia las balanzas equilibradoras del poder, al estar paralizada la Fiscalía General del Estado, inactivo el Congreso de los Diputados, mientras se abusa de los decretos-leyes y de las subvenciones para la compra eterna de votos, conduce al sistema a la corrupción sin solución. Los derechos de los españoles que votan derecha se circunscriben a pagar impuestos, dinero con el que la izquierda bien pensante se amanceba en el quicio de la subvención para todos. Gracias a la derecha acomplejada la izquierda piensa que España les pertenece. Los chiringuitos, los enchufados, los miles de contratados que llenan las empresas públicas por el digital criterio, todos esos temen la llegada de la realidad dispuestos a terminar con tan obsceno reparto, y deshacer los trampantojos de las leyes de género, de memoria histórica y todas esas patrañas por lo que continuamente tildan de ultraderecha a cualquier enemigo como sambenito para mientras ir comiéndose la tarta. La derecha paga impuestos y la izquierda se amanceba y gasta a troche y moche, esperemos que se acabe. La derecha ya no puede ser pasiva ni neutral, tiene que practicar una política ofensiva.

Ahora ultraderecha también son los transportistas, los agricultores, los ganaderos, los cazadores, camioneros, los pescadores, muchos de ellos en la ruina gracias a la genialidad del tonto, todos fachas, la izquierda ha caído en su propia trampa. Ya no importa que VOX haya instado 34 pleitos ante el T Constitucional, a Sánchez le queda poco en la chistera. La suerte había favorecido a Sánchez junto a partidos que querían debilitar a España, pero su incompetencia es manifiesta. El gobierno nos dice que habrá un descenso de veinte céntimos en el litro de combustible y que las gasolineras tiene que anticipar y automáticamente aumentan el precio, ¿se puede ser más inútil? Incluso en el tema principal por antonomasia de nuestra política exterior al ser España potencia administradora del Sáhara Occidental, la falta de visión estratégica solo la entienden los marroquíes. Pero Sánchez en Ceuta se conforma con las alegrías del pobre Vivas, producto del PP acomplejado, y esa estampa produce escalofríos, ¿que venderá este sátrapa a continuación, Ceuta y Melilla?