Rodrigo, Marta, Lara, Paco y María son cinco amigos madrileños que estaban de vacaciones en Marruecos hasta que ayer se enteraron de que les cerraban la frontera con España por la pandemia del
coronavirus, y tuvieron que darse prisa para no quedarse retenidos en el país vecino.
Rodrigo Gamero contó la peripecia de viaje a El Faro: “Todo esto empezó cuando llegamos al riad de Fez a la hora de cenar porque veníamos de un hammam. No llevábamos móviles y, de repente, vimos que nos habían escrito mensajes nuestras familias y amigos avisándonos de que cerraban la frontera”.
En esa situación confesó que estaban muy nerviosos y desconcertados, no entendían el porqué de nada y “no había información oficial en ningún lado”. Además, continuó diciendo que llamaron a las embajadas “y nadie nos cogió el teléfono y el consulado de Tánger decía que no tenía información. Que solo recomendaba cruzar la frontera de Ceuta. También nos dijo que donde estábamos no íbamos a llegar a la frontera. Le preguntamos que si era cierto que la cerraban a las seis de la mañana y nos dijo que no. Que eso no era oficial”, contó Gamero.
Ante la situación de desinformación, los cinco amigos decidieron coger un vuelo al día siguiente, que era su fecha original de vuelta pero, de repente, les cancelaron el avión. “Ahí nos empezamos a preocupar, buscamos alternativas y nadie nos daba soluciones”, contó Gamero.
Finalmente, se lanzaron a la desesperada a la frontera con la esperanza de llegar cuanto antes. “ Nos dijeron que a las seis de la mañana era el cierre definitivo de la frontera. Contactamos con un chico que nos llevó por 200 euros a Ceuta, pero llegó a las 12 de la noche a recogernos al hotel y nosotros ya estábamos con los nervios a flor de piel. Creíamos que no íbamos a llegar a tiempo, la carretera no era buena, había mucho control y tuvimos que parar varias veces”, siguió contando Gamero nervioso.
El grupo de amigos, una vez en la furgoneta rumbo a la frontera, decidieron no leer noticias ni intentar buscar información porque dicen que era todo “muy confuso y cambiante”. A las 5.50 horas, a diez minutos del cierre de la frontera, Gamero contó entre risas que “cogimos las bolsas y nos echamos a correr. Cruzamos a España literalmente corriendo. Fueron unos minutos muy intensos, pero cuando enseñamos el pasaporte español y cruzamos... pudimos respirar tranquilos. Solo nos faltó celebrarlo como si hubiéramos ganado una Champions”. Además aseguran que “fuimos el último grupo de españoles en cruzar la frontera. Nos giramos y éramos los últimos para entrar en Ceuta”.
El viaje de vuelta, confiesa Gamero, “fue más tranquilo. Cogimos un ferry desde Ceuta y después un tren desde Algeciras hasta Madrid”.
Pero, la odisea de estos cinco amigos no había terminado: “Una vez en el puerto de Algeciras intentamos coger un coche de alquiler y no había ninguno disponible, después fuimos a la estación de bus y estaba vacía. Y al final pudimos comprar cinco billetes de un tren a Madrid, ¡y solo quedaban siete plazas!”.
Ahora, el grupo de amigos ya está en casa descansando y con la vista puesta en el lunes para trabajar. Tres se dedican al ámbito sanitario y saben que les quedan unas jornadas muy intensas. Los cinco denuncian la situación tan bochornosa que vivieron por falta de información oficial y el desentendimiento total por parte de las autoridades. También aseguró que había españoles que aterrizaron esa noche en Marruecos y no sabían del cierre del país.