Ha sido un emblema de La
Legión. Hablar del Tercio Duque de Alba es hacerlo de
José María Rodríguez Vera, la persona que durante toda su vida ha inmortalizado cada uno de los momentos de este Cuerpo. Es el fotógrafo de La Legión que ha fallecido a los 83 año, dejando como herencia todas esas imágenes del Tercio al que se dedicó en cuerpo y alma.
Familiares y amigos le han despedido en el tanatorio municipal, donde han recordado cómo era el conocido como el fotógrafo de La Legión. “Mi padre, aparte de ser muy humano, era muy trabajador, sacó a sus siete hijos adelante, primero como militar y después como fotógrafo”, ha recordado su hija mayor, María Amparo Rodríguez. “Yo era una niña y he visto a mi padre en situaciones que ojalá no hubiera visto. Para mí era un héroe porque era muy valiente”, ha añadido.
La hija mayor de Vera ha recordado los “valores que nos inculcó mi padre y que hoy en día casi no existen: la honradez y respeto que me han enseñado a caminar y poder responder en situaciones difíciles, además de otros muchos valores”.
“Llegó con casi nada y le costó mucho hacerse un lugar en el mundo, pero La Legión le abrió las puertas a esa vida que buscaba de estabilidad familiar. Luchó bastante y una vez que pasó a la reserva activa no se desvinculó nunca de la vida miliar, de su Legión. Se colgaba su cámara porque era un trabajador nato y, aunque estaba en la reserva activa, también se ponía su traje de legionario”, ha comentado la pequeña de sus siete hijos, Ana Rodríguez.
“Mi padre vivió como quiso. Solía repetir la frase ‘Yo he vivido la vida’. Podía haberse jubilado y acomodado pero siguió trabajando hasta el último día haciendo fotos con su cámara”, ha añadido la pequeña de la familia.
Compañeros del Tercio y también de otros Cuerpos se han acercado hasta el tanatorio de San Amaro, donde han recordado su intensa vida. “Era un gran amigo, al que conozco desde hace 40 años y tenía una gran relación con él porque también me dedicaba a la fotografía. Era una persona inolvidable, buen compañero, callado, amable y un legionario excelente. Para mí ha sido como un Quijote que ha servido a La Legión con fotografía y vídeo”, ha señalado uno de sus amigos.
“Vera era una institución en Ceuta y en La Legión más todavía, entró en el 48 ó 49, tras venir de los montes de Estepona, donde era pastor y se apuntó a La Legión. Ha sido un trabajador nato como todos los que en esa época se apuntaban a La Legión, al igual que ahora. Tenía siete hijos y a todos los ha dejado colocados, un valor procediendo de un legionario que comenzó siendo raso y llegó a ser cabo 1º. Era muy servicial y excelente y siempre dispuesto con su cámara”, ha relatado otra de las personas con las que coincidió en La Legión.
“De Vera puedo decir que era una excelente persona y un buen legionario que pasó más de la mitad de su vida en La Legión. Siempre amable y dispuesto a todo, nunca te ponía pega para nada. En su faceta de fotógrafo era tan servicial que llevaba las fotos encima para repartirlas cuando te veía en persona”, ha relatado uno de sus compañeros de la 4ª Bandera.
“He tenido el honor de ser su amigo. Ha estado una semana en el hospital y, además de mí, solo lo sabían otras tres personas más. Aquí estoy con un gran dolor y pena para despedir a un gran amigo y persona. No saben lo bueno que ha sido”, ha comentado otro de los amigos que ha acudido al Tanatorio para despedirse de Vera.
“Era un viejo legendario como decimos aquí en La Legión. Era sahariano, al igual que lo soy yo. Hemos vivido en el Poblado Legionario y era un buen hombre que siempre ha cumplido con el emblema de La Legión”.
Rotos por el dolor, su familia y amigos han dado el último adiós a este ‘novio de la muerte’ y legionario de corazón que no faltó ni una sola cita en el Serrallo y en sus queridos sábados legionarios.