La UGR sí sacará otra vez a concurso en diciembre la explotación de la cafetería del Campus

La Universidad de Granada (UGR) sí sacará a concurso de nuevo “a mediados de diciembre” el servicio de explotación de la cafetería-restaurante del Campus. Tras quedar desierta la primera licitación, la institución nazarí ha contactado con la Confederación de Empresarios y la Cámara de Comercio para sondear el posible interés por la adjudicación y las condiciones en las que debería ordenarse.

Según explicó este sábado el decano de la Facultad de Educación, Antonio García, al menos dos empresas han mostrado interés firme, por lo que volverá a salir a concurso y no se concertará por la vía de un negociado sin publicidad, como habían apuntado otras fuentes de la UGR a este periódico, algo que solo sería viable si únicamente hubiese una licitadora potencial.

La intención de la Universidad de Granada es reducir e incluso suprimir el canon inicialmente establecido para el concesionario, que ascendía a 16.500 euros (3.300 al año) por un periodo de dos ejercicios más otros tres de posible prórroga, pero mantener los plazos de duración del contrato.

En paralelo, según García, y a expensas de posibles recursos, el Rectorado ya ha adjudicado el equipamiento de la cafetería, comedor y cocina del Campus, presupuestado en 106.000 euros. Una vez resuelto el proceso, la contratista dispondrá de 60 días naturales para cumplir su parte.

Actualmente el Rectorado tiene en fase de adjudicación (la Mesa de Contratación se reunió por última vez la semana pasada) el concurso de ‘Equipamiento de la cafetería, comedor y cocina del Campus Universitario de Ceuta’, presupuestado en 106.000 euros.

Una vez resuelto el proceso, la empresa adjudicataria (se han presentado cuatro ofertas) dispondrá de 60 días naturales para cumplir su parte.

La UGR quiere que en los locales se ofrezca servicio de bar-cafetería (desayunos, meriendas, bebidas, bocadillos, bollería, platos combinados, raciones y aperitivos durante la jornada laboral) y de menú diario de comedor.

También contemplaba la posibilidad de exigir la colocación de hornos microondas para que el estudiantado y el personal pudiese calentar comidas directamente.