Categorías: Opinión

Ubi caritas et amor…

Atrás quedaron las desarmás y ya comenzó el largo periplo que irá para los cofrades hasta una nueva Semana Santa. Los más jartibles seguirán recordando cada momento de todo lo vivido, intentando alargar al máximo tantas sensaciones que se guardaran en el cofre de la memoria. Se cerraron las vitrinas y el tiempo de dar lustro a los enseres dará paso a momentos de socializar y sacarle brillo al mejor patrimonio de nuestras corporaciones; los hermanos. Referirse a la labor callada de nuestras hermandades nos limita en ocasiones al trabajo por la estética, a engrandecer lo exterior, a la forma particular de ornamentar la manifestación de nuestra fe, pero en pocas ocasiones se hace mención a las horas de dedicación a ser fiel a nuestras reglas, cimentando el por qué de nuestra fundación. Nuestra misión es examinar esos orígenes y rebuscar en nuestras conciencias, estando obligados a desarrollar las obras de piedad o de caridad y la animación con espíritu cristiano de nuevas iniciativas. Los cofrades actuales no deberíamos acomodarnos a los cultos, a procesionar y a los cabildos como citas obligadas, volviendo monótono y rutinario el devenir de nuestras hermandades. Así, y para cambiar esta situación, nos vemos en la obligación de abrirnos a las necesidades y a las obras benéfico-asistenciales, menos lucidas, con menos repercusión, pero más cercanas a los cimientos que llevaron a nuestras hermandades a crearse.
Hacer un artículo de opinión cofrade en una primavera ya postrera no es habitual en nuestra prensa, pero sí la noticia se sale de lo acostumbrado y supone un avance en la labor de nuestras corporaciones no puede pasarse por alto.
La información local hizo eco hace pocos días de una iniciativa de la Hermandad de la “Flagelación”, la cual ha decidido donar todos los ingresos de la popular “Cruz de Mayo” a la Residencia Nazareth para la adecuación de unos terrenos colindantes al centro y la creación de una zona ajardinada. De esta forma, se dotará a la residencia de un lugar de esparcimiento y disfrute para los residentes,  habilitándose un espacio nuevo que hasta el momento se encuentra en desuso.
Ninguna hermandad había apostado tan fuerte por un proyecto de ese tipo, dándole prioridad al compromiso por lo más necesitados, aquellos faltos de nuestra ayuda y posponiendo el enriquecimiento patrimonial por urgente que pareciera. La medida es pionera en la ciudad (una más en la historia de la hermandad), tratándose con el sigilo de las buenas acciones, sin gestos de cara a la galería ni vanagloriándose de una actitud sobresaliente.
Mateo 6: 2-4
“Por eso, cuando andes haciendo dádivas de misericordia no toques trompeta delante de ti, así como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que los hombres los glorifiquen. Les digo en verdad: Ellos ya disfrutan de su galardón completo. Mas tú, cuando hagas dádivas de misericordia, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tus dádivas de misericordia sean en secreto; entonces tú Padre que mira en secreto te lo pagará.”
Para desarrollar iniciativas de este tipo debemos implicarnos y saber estar al nivel de las circunstancias, no basta con cambiarle el envoltorio a un regalo hecho por otro para justificar una labor caritativa figurada y llena de instantáneas mirando al tendido (permítanme el lengua taurino, no obstante estamos en “Tercio de Quite”).  
Una Iglesia integradora tiene que mostrarse cercana a las iniciativas de las hermandades, nunca como testigo de una acción, sino de una forma entusiasta y participativa de todos los grupos, asociaciones y fieles que conforman la institución. La ilusión de la jerarquía eclesiástica es sin duda el mejor motor para movilizarnos por causas importantes que luchen por un mundo mejor. Las corrientes anticlericales desarrolladas por los medios de comunicación en la actualidad suponen un ataque frontal a los valores que propaga la Iglesia, entorpeciendo y tirando por tierra el desarrollo de un sinfín de buenas obras.
Y es ahí, donde deben ocupar su lugar las hermandades, interesándose por nuevas actuaciones (comedores sociales, voluntariado, talleres de integración etcétera…), asumiendo el papel que les corresponde y siendo hijas de un tiempo que les ha tocado vivir, interviniendo y orientando su labor según las circunstancias.
Vaya desde aquí la enhorabuena a los hermanos de la “Flagelación” por ser ejemplo de convivencia, mostrándose como una institución viva y por esa loable decisión sólo nos queda descubrirnos, animando a todos a visitar la “Cruz de Mayo” situada en el Pasaje Mina.

Entradas recientes

El ‘Ortega y Gasset’ no falta a su cita solidaria con la DANA

El Colegio de Educación Infantil y Primaria José Ortega y Gasset de Ceuta ha organizado…

07/11/2024

Clece, Atende y Sergloform firman un acuerdo para promover laboral de colectivos vulnerables

Clece y Atende Servicios Integrados S.L. en Ceuta y Melilla, han firmado este jueves un…

07/11/2024

El Conservatorio de Ceuta y Albacete comparten escenario

Un mismo escenario para el Conservatorio de Ángel García Ruiz de Ceuta y el de…

07/11/2024

Aquino: "Esperamos dar una alegría a nuestra gente"

El autor del pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey, Dani Aquino…

07/11/2024

Larbi Ahmed: "Las chicas cada vez están progresando más"

El Balonmano Estudiantes de Ceuta atraviesa un gran momento en la División de Honor Plata…

07/11/2024

MDyC carga contra las tasas del ICD para alquilar pistas deportivas

El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) ha insistido este jueves a la…

07/11/2024