Por tu sagrada presencia

Que sabe nadie más que el marinero y sus tradiciones, como el servir a España en buque o dependencia, por más rodeos por más condiciones, que sabe nadie más que los rumbos, porque mi gallardía española España mía se corona de sonrisas.

Por ti, Patria, por ti sola mi vida a los mares dí, por ti al peligro ofrecí mis obras y pensamientos, ¡en la Rosa de los Vientos me crucifico por ti¡

Ceuta me ofrece con la visita de los navíos de la Armada cada diez años el que se desborden mis pasiones, llegada a  Ceuta del Buque de Asalto Anfibio L-51 Galicia , la Fragata de la clase F-80, F-81 Santa María y el buque escuela y de cooperación pesquera A-41.

Me anunciaron a través de la Fuerza de Acción Marítima y su Comandante Naval de Ceuta Capitán de Navío Don Millán Neira Leira la invitación para asistir a bordo del Galicia y pode recordar la meridiana.

Llegó el viernes 14 de junio, y una vez más tras más de tres décadas disfrutando, viviendo y sintiendo la unión del pueblo de Ceuta con la formación de las unidades que esta tierra ha ido pariendo con el correr de los años y los siglos con el Solemne Arriado de la Bandera Nacional.

Se anunció la presencia de la Armada en el Arriado de Bandera, cuando vi llegar desfilando a los Alumnos de la Escuela Naval, me entró el sentimiento, el escalofrío y los acordes de tantas marchas, braceos y variaciones donde fui protagonista hace casi cuarenta años atrás.

A la Bandera se le rinde los honores donde toda la Plaza de Africa guarda un silencio espeso a los acordes del Himno Nacional.

Los Guiones y Banderines de las unidades de la Comandancia General de Ceuta junto con el Guion de la Armada esperan formar para entonar todos el Novio de la Muerte por los que dieron su vida por España.

A mi izquierda la Armada, a mi derecha La Legión, como caballa quien de eso en otro lado del mundo puede presumir, llega otro momento cumbre cuando la advocación a la Patrona de la Armada, La Virgen del Carmen y toca entonar la Salve Marinera, pero no podía imaginar que me fuera diez años después como he comentado como el mar me devuelve a mi vida, la silueta del navío y por tanto, a desbordar la pasión de mis pasiones, escuchar que se iban a entonar los dos himnos, el de la Armada y la Canción del Legionario.

A todo pulmón entonando con los marineros el Himno de la Armada y como si estuviera con el embrujo de la Posición A, en un picacho batido por los vientos, la Canción del Legionario.

Una vez finalizado este momento donde me sentía desbordado por la emoción, una vez más la población ceutí asistió al desfile ante la estatua del héroe de Tazarut, Don Santiago González-Tablas, llegaba la Escuadra de Gastadores de los marineros alumnos, con el braceo en alto, al son de 'ganando a barlovento’ con los aplausos de los asistentes, y detrás 'como un huracán de guerra' desfila La Legión.

Cuando al final me advirtieron y no podía mirar por mis ojos encendidos en lágrimas vivas, que fijara la mirada y aquella mirada decía “ahí está la foto de Don Felipe VI”“ que celebra diez años de su proclamación.

Toda la vida Por ti , Patria, por ti sola mi vida a los mares dí, por ti al peligro ofrecí mis obras y pensamientos, ¡ en la Rosa de los Vientos me crucifico por ti ¡

Gracias Majestad siempre Don Felipe cuando nos miramos aquellos años en San Fernando en la ESUBO, le decía: Al cumplir Señor la mayoría de edad nos dieron permiso extraordinario y diez años después gracias desde el otro lado de España, Ceuta puede uno sentir como bombea mi sangre como rugiendo las calderas que llenase mi abuelo hace cien años por los navíos de España cruzando los mares.

Llegó el sábado y una vez subir a pabellón de la Armada pisando suelo de un navío de guerra,  y sentir como uno sigue al pie aquel letrero que decía: “Cuida con cariño cuanto la Armada pone a tu servicio”.

A bordo del BAA- L-51 Galicia y el domingo en la Fragata F-81 Santa María, navío de la época de mi promoción, gracias compañeros por las atenciones a bordo.

Gracias España, gracias Majestad, gracias Ceuta, gracias Armada y que mejor manera de recordar lo vivido con una estrofa del Himno que dice así : “Por tu sagrada presencia, que nada turba ni empaña, tiene sus horas la hazaña y sus horas la obediencia, el Imperio a España vendrá por los caminos del mar”.